Jeanette Hotson
FMLas manos me ardían y también los pies, hacia pico que me diagnosticaron "Fabry".
Una enfermedad mortal, silenciosa e inesperada.
La mayoría de las mujeres de mi familia murieron a los 26 años, un poco antes o después.
Yo estaba destinada a morir.
No hace mucho había llegado un tratamiento para esta enfermedad, pero mis padres no tenían dinero para pagarlo.
Prácticamente me habían dejado morir en paz y sola.
Sola, porque mi madre no murió. Ella se había salvado de esta cruel enfermedad y me la traspaso a mi.
No es posible que una madre sea tan cruel y despiadada con su pequeña y única hija. Tuvo que haber pasado algo para que ella me dejara morir.
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Después de la muerte
Short StoryNo deseo decir mucho, pero ¿que pasaría si esperaras vivir una vida y resulta una mierda o si tu vida acabará de un instante a otro y no logras escuchar la voz de tu madre aun que sea una ves? Puede ser muy doloroso.