Para Llevar -PARTE ÚNICA-

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NO ONE'S P.O.V.

"Y en el ranking de hoy el primer lugar es para Cáncer. Hoy la suerte estará de tu lado por completo, cosas asombrosas sucederán a tu alrededor, tu objeto de la suerte de hoy es un café para llevar"

Esperó a que el programa de Oha-Asa terminara su transmisión, tomó su abrigo junto con sus pertenencias y salió del hospital; había estado toda la noche haciendo guardia y el café le vendría de maravilla.

Caminó por las calles de la ciudad en busca de alguna cafetería decente. Hacía frío y el sueño trataba de dominarle, pero debía conseguir su "Lucky Item" para ese día.

Vio un lugar que llamó su atención, las ventanas eran grandes y las paredes estaban pintadas de un hermoso color champagne. El suelo era recubierto por una alfombra roja, la cual lucía costosa. Los muebles eran de madera oscura, las mesas estaban vestidas por manteles blancos con detalles dorados y eran decoradas por pequeños pero elegantes floreros. Del techo colgaban algunos refinados candelabros, ese lugar tenía clase. De la puerta colgaba un letrero que anunciaba que el establecimiento se encontraba abierto, dudaba que un lugar tan elegante tuviese café para llevar, pero no perdía nada con intentarlo.

Entró a aquella cafetería haciendo resonar la campana de la entrada y se acercó al mostrador. Un joven peliceleste levantó su mirada para verlo y con una sonrisa le dio la bienvenida.

KUROKO'S P.O.V.

Mi turno en la cafetería inició temprano por la mañana, varios comensales llegaron con el correr de las horas dejando el lugar casi lleno.

Veo el reloj en mi muñeca y veo que ya son las 9 A.M en tres horas terminaría mi turno y podría ir a descansar. El sonido de la campanilla de la puerta me distrae de mis pensamientos y al levantar la mirada me encuentro con los ojos más hermosos que vi en toda mi vida.

-Bienvenido a "Dulce Vainilla" ¿En qué puedo ayudarlo?-digo mis líneas habituales sin despegar mis ojos de aquella mirada verdosa.

-¿Hacen café para llevar?- me pregunta serio mientras acomoda sus lentes, podría jurar que sus mejillas están levemente rosadas.

Yo me limito a asentir y busco los vasos.- ¿Qué medida y qué café quiere?-pregunto mientras le entrego un menú.

-Quiero un café con vainilla y caramelo y que sea mediano por favor.- pide educado y su voz grave resuena con suavidad en el ambiente, me fascina.

-¿Me darías tu nombre para escribirlo en el vaso o puedo llamarte "mío"?-las palabras escapan de mis labios antes de que pueda detenerlas.

No quería decirlo realmente, no soy una persona que coquetee con sus clientes o que coquetee en absoluto. El problema es el, que desde que llegó a este lugar no ha salido de mis pensamientos.

Lo miro levemente sonrojado y el me devuelve la mirada, le entrego su ticket para que uno de mis compañeros pueda cobrarle mientras yo preparo su orden.

-Haz lo que prefieras.- responde serio y toma el ticket. Lo veo ir con mi compañero y preparo su pedido.

"Ya he pasado vergüenza... no creo que aquel hombre pueda tener una peor imagen de mí"-pienso resignado mientras envuelvo su vaso con un papel azul y lo escribo con un marcador negro.

El peliverde regresa con el comprobante de pago entre sus manos y le entrego su pedido, nuestras manos se rozan ligeramente en el intercambio y siento algo parecido a una leve descarga eléctrica recorrer mi ser.

-Adiós.-dice serio y se retira de la cafetería, yo devuelvo el saludo y le veo partir.

Posiblemente esta sea la última vez que lo vea.

Para Llevar - MIDOKUROWhere stories live. Discover now