I Hate You {Kookmin}

Capítulo 2

A la mañana siguiente abrí mis ojos por la molesta luz que entraba desde la ventana de la habitación.

-Oye tú, cierra la cortina- Dije con mi cabeza aún hundida en la almohada.
Tae Por favor...¿Tae?- Termine de abrir mis ojos para ver a un sonriente chico frente a mí.

-Buenos días, el desayuno está listo

-Muchas Gracias- Le sonreí con los ojos cerrados todavía. Después de 10 minutos peleando con mi sueño, me duché y me coloque unos jeans negros con una camisa a cuadros que tenía en casa de Taehyung.

-Iré a buscar oportunidades de empleado, así que faltare hoy a clases-Comenté en medio del desayuno

-Hoy quiero regalarte una sorpresa, así que desocupa tu tarde.

-¿Y se podrá saber en qué estás pensando?- Levanté las cejas.

-Espera y verás.

-Ok, como digas-- Me levanté para arreglar la cocina.

Luego de una rato salí del apartamento de Tae y me dirigí hacia el metro. Una vez allí tome asiento y me coloqué mis audífonos.

Después de un rato llegue al centro y comencé a buscar locales solicitando empleados.

Ya era el mediodía y el camino se hacía cada vez más tedioso, el día de hoy no tuve nada de suerte, sólo logré entregar currículum en una librería. No puedo creer que en esta ciudad no se pueda encontrar empleos, seguí caminando hasta darme por vencido medio hora después. Saqué mi celular y noté que lo había dejado en silencio *Mierda*

*15 llamadas perdidas de Taehyung*

Rápidamente busqué el chat y le escribí.

TAEHYUNG🌚

- Amigo mío tú sabes que yo te amo, no me mates por favor

-No digas nada, sólo ven para acá...
[[Dirección]]

-Ok
:*

Suspire aliviado y me encaminé hacia la trampa de mi amigo. Taehyung siempre se caracteriza por ser alguien muy convincente, en la secundaria siempre buscaba las formas de llevarme a fiestas o a cubrirlo en sus bromas pesadas. Cuando no lo apoyaba, se deprimía y me hacía comprarle comida para recompensarlo. Y así termine siendo la mano derecha de ese chico con sonrisa cuadrada.

*¿Ahora que estaba tramando?*

〽〽〽

Revise los mensajes de Jimin y levanté la mirada hacia Hye que me miraba atenta a lo que le iba a decir.

-Hye, Jimin viene en camino así que lo dejo todo en tus manos para que quede perfecto.

-Solo a ti se te ocurren estas cosas, iré a tapar los espejos--Suspiro

-Muchas gracias, no sé que haría sin ti--Dramaticé con la mano en mi corazón.

Jimin siempre quiso pintarse el cabello, pero nunca le dieron permiso y ahora que vive solo, no tiene dinero para pagarlo. Así que pensé, que mejor forma de convencer a tu amigo de ir a la prueba de vestuario, cumpliendo le un sueño.

Estará tan agradecido que aceptará en un parpadeo.

Escuché la puerta de la peluquería abrirse y volteé para ver a Jimin entrando con sus audífonos puestos.