Capítulo 2.

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Los meses pasaron los días las horas los minutos todos se habían vuelto una aventura con un pequeño príncipe que gateaba por los pasillos del castillo. Como el castillo era inmenso si descuidaban al pequeño era capaz de perderse por varias horas pues a él le gustaba el juego de las escondidas. Y fue así aquel día la reina Alejandra había recibido una visita de Clara una de sus hermanas que la había ido a visitar a ella y a su sobrino –¿Cómo está la familia?- pregunto la reina inmediatamente Clara se sentaba para contarle todo lo ocurrido en el reino Tonibel.

La charla se alargó por una hora hasta que Clara menciono -¿y mi pequeño sobrino?- fue en ese momento que ambas se dieron cuenta que Eneko se había ido. Moviendo a todas las sirvientes la reina Alejandra comenzó una gran búsqueda ordenando a todas sus sirvientas que busquen al pequeño sin dejar de realizar sus funciones en presencia del rey pues conociéndolo seguro se angustiaría en exceso.

Clara había decidido ir a buscar a los jardines donde encontró una especie de laberinto hecho completamente de árboles era probable que Eneko se metiera allí. Armándose de valor decidió entrar en el laberinto pero antes de poner un pie dentro fue detenida por un joven vestido de jardinero –Cuidado no puedes entrar ahí, es una trampa para los intrusos- la joven princesa al ver el rosto del chico había quedado flechada por el pero ahora mismo no era el momento –mi sobrino está perdido es el hijo del rey y es probable que entrara en el laberinto- el joven asintió entendiendo la situación –está bien yo soy el jardinero conozco este laberinto como la palma de mi mano te ayudare a buscarlo- dijo tomando la mano de Clara y entro al laberinto con ella.

Mientras Clara buscaba por los jardines un pequeño Eneko gateaba por la torre más alta del castillo hasta que se encontró con una puerta la cual golpeaba tratando de entrar. La puerta se abrió y de ella apareció una chica que se parecía a su madre era alta con el cabello de color violeta y de buen cuerpo -¿Qué haces aquí?- pregunto Estefanía su tía mientras cargaba en brazos al pequeño Eneko –Conociendo a tu madre seguro te está buscando con lágrimas en los ojos vamos a verla- dijo cerrando la puerta detrás de ella y bajando por las escaleras.

La reina Alejandra corría por los pasillos miraba debajo de cada cama del castillo no paraba de buscar a su hijo cada vez con más angustia repitiendo lo mala madre que ella era hasta que no aguanto más y se hizo bola en una esquina a llorar -¿Qué paso por qué lloras? Pregunto el rey asustado al ver a su amada así. Luego de explicarle lo que había sucedido al rey este la tomo de las mejillas y le robo un pequeño beso en los labios –tranquila las malas noticias siempre son las primeras en llegar y aún no han llegado así que nuestro nene estará bien vamos a buscarle juntos- dijo agarrándole de las manos. En ese momento Estefanía cruzo la puerta del comedor con Eneko en los brazos. La reina al verle corrió a él y abrazo a su hijo llenándolo de besos –gracias por encontrarlo- sonrió el rey –no hay de que es mi sobrino- sonrió Estefanía con el -¿alguien ha visto a Clara?- comento la reina abrazando a su hijo.

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2018 ⏰

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