Capitulo 4.-Ares

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Al parecer aquí, en Argentina, tenéis hasta 6to de secundaria y la clase es una sola, ¿que quiero decir? Pues, los alumnos están divididos por cursos y no se cambia de salón, tienes todas las clases en un salón y con las mismas personas. Los profesores son los que van de salón a salón.

Mi primer clase es al parecer Literatura, voy al salón que tiene un cartel con el número '5', entro y me siento en uno de los asientos del medio al lado de un chico con cabello castaño y ojos verdes, asiento con la cabeza de modo de saludo y miro hacia adelante. Pronto el salón se empieza a llenar con los alumnos, luego de un rato entra al profesor y dice:-A sus lugares, ¡rapido!-todos empiezan a sentarse en sus lugares dando por finalizado las conversaciones que sostenían. Saco un cuaderno, un bolígrafo y miro hacia el profesor que habla nuevamente:-Me llamo Alejandro y seré su profesor de Literatura. ¿Hay compañeros nuevos este año? 

Levanto mi mano ganando las miradas de mis nuevos compañeros. 

-Muy bien. ¿De que escuela vienes?-me pregunta el profesor.

-Vengo de España.

-Y, ¿a que se debe el cambio?

-Mi padre consiguió un trabajo aquí y tuvimos que viajar.

-¿Como es tu nombre?

-Matt Lianer.-sonrió inconscientemente y escucho como las chicas suspiran. 

-Bien. Empecemos...-agarro mi bolígrafo y empiezo a hacer dibujos en mi cuaderno mientras escucho al profesor hablar sobre lo que vamos a hacer este año. Trato de prestar atención todo lo que puedo para no perderme de nada. Al parecer vamos a hacer varios trabajos en equipo, como pequeños relatos y cosas parecidas, según el profesor hay una posibilidad de que hagamos alguna obra de teatro de algún libro que nos guste a todos y al parecer la obra de teatro se hará junto al curso de 6to, si consigue el permiso del docente de literatura que esta en 6to año. Luego empieza a leer la lista de libros que vamos a leer. 

Después de dos horas que pasan súper lenta toca el timbre anunciando el recreo. Mi compañero de banco se da la vuelta, me sonríe y dice:-Hola, soy Franco. 

-Matt.

-Si, lo oí. Bienvenido.-me dice todavía sonriendo, se acercan dos chicos por detrás de él y le pegan de forma de saludo, al parecer. 

-Oye, tu eres el nuevo.-dice un chico morocho con ojos marrones.-Soy Esteban. Tu eres Matt, por lo que oí en clases.

-Yo soy José.-dice el otro chico con cabello rubio y ojos verdes.-Soy el hermano del estúpido de Franco.

-Sientensen, idiotas.-les dice Franco. Los chicos se sientan en la mesa de atrás así que nosotros nos damos vuelta para quedar mirándolos y poder hablar mejor, supongo. Pero algo capta mi mirada haciendo que despegue mi vista de los chicos y la ponga en ella. Una muchacha que esta sentada al final del salón y esta hablando con un muchacho, al cual no de lo doy mucha importancia, pongo mi mirada en ella solamente. Tiene cabello rubio lleno de rulos, desde acá puedo distinguir sus ojos verdes, sus labios rosados que se mueven mientras habla con el muchacho desconocido, es delgada pero no tanto, al parecer tiene las curvas necesarias...

-Matt. ¡Matt!-me pega en la cabeza Esteban haciendo que lo mire rápidamente lo que lo hace reír.

-¿Qué?-pregunto mirándolo mal.

-Amigo, estabas en otro mundo. ¿Que estabas mirando?-Franco sigue mi mirada y se queda mirando a la chica antes de volver a mirarme a mi con las cejas levantadas.

-¿Qué?

Niega con la cabeza sonriendo.-No puedes mirarla así.

-¿Por?

-Es Afrodita, amigo. Y Afrodita nunca mira a los chicos además de para negocios. 

-¿Afrodita? ¿Negocios? ¿Qué?-pregunto confundido.

-Escucha...-me dice esta vez José.-Esa chica que ves ahí, es Afrodita.

-¿Se llama así?

-No, le decimos así. Ni siquiera ser su verdadero nombre, lo único que sabemos es que si necesitamos ayuda para nuestros problemas amorosos, hay que pedirle a ella consejos. Es algo así como la consejera amorosa de la escuela, y como la diosa del amor se llama Afrodita, le empezamos a decir así a ella. 

-Dejen de bromear.-le digo medio riendo y medio sorprendido. 

-Mirá.-me dice mirando hacia donde esta Afrodita, yo también la miro. 

El chico se levanta e inmediatamente ella se levanta, extiende la mano hacia él, el chico le pregunta algo, Afrodita le responde haciendo que él saque una billetera y le entrega algo de dinero antes de irse. Ella se sienta sonriendo para seguir leyendo el libro que estaba en la mesa. Al parecer siente mi mirada porque levanta la mirada del libro, su mirada se pone en mi solo un segundo antes de volver a leer. Me miro como si solo fuera una molestia. Me miro como si no tuviera importancia. Puede que no la tenga para ella, eso me molestaba y no sabía porque.

[...]

Después de dos horas más ya era hora de irnos. Cuando sonó el timbre de salida yo ya tenía todas mis cosas guardadas por lo que me pare y empecé a caminar hacia la puerta al igual que todos, salí por las puertas que daban a la calle y me paré a esperar a mi padre ya que no sabía el camino hacia mi nuevo hogar. Noten el sarcasmo extremo. 

Mientras estoy parado noto una cabellera rubia moverse por el rabillo de mi ojo. ''Disimuladamente'' me doy vuelta y me encuentro con Afrodita...y un chico. Cuando la vi a ella junto con el otro chico, no le había dado importancia porque ella no se mostraba tan animada hablando con ese chico y poco tiempo después me entere que era porque solo estaban hablando de ''negocios''. Pero, ahora, al lado de este chico con cabello morocho y ojos celestes, parece muy a gusto y eso me molesta, por un extraña y loca razón que desconozco. 

Puedo notar como se miran y se que no son negocios lo que tienen.

Él la mira como si fuera la única cosa que importa en el mundo, no importa cuan estúpido y cursi suene eso, es verdad. La mira como mi padre miraba a mi mamá. La mira como si nada importara, solo ella. Mira alrededor por ratos, para ver si alguien la mira a ella igual que él. Le sonríe tímidamente mientras ella sigue hablando. 

Afrodita, ella lo mira como si fuera la persona más hermosa del mundo y la única que merece su atención. Lo mira mientras sigue hablando con una sonrisa en el rostro, y estoy seguro que esa sonrisa solo le pertenece a él. 

Parecen enamorados. 

Pero algo estaba mal. Según mis nuevos amigos, Afrodita no se enamora y estoy de acuerdo con ellos. Porque algo en la mirada de ella algo falta, algo que él tiene en su mirada y ella no. Él siente amor por ella, pero ella...solo lo quiere, por lo que puedo ver. 

Sueno como un estúpido, cuando llegue a mi casa me pegare la cabeza contra una pared.

La bocina del auto de mi padre hace que vuelva a la realidad.Voy caminando rápidamente hacia el auto, abro la puerta del pasajero y entro adentro saludando a mi padre con un pequeño 'hola'. Cierro la puerta y el auto se pone en marcha. 

-¿Como te fue en la escuela?

-Bien.

-¿Algo interesante?

-No.-solo una chica que hace que piense como un idiota y que al parecer no se puede enamorar. 

O eso dicen.

Yo soy AfroditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora