Inesperado Amor

Capítulo 1

Me despierto por el sonido del despertador,sabiendo que son las 7:15 am.Abro los ojos lentamente ya que entran molestos rayos de luz desde la ventana directamente a mi rostro.

Quito las colchas con pereza y me incorporo para ponerme mis pantuflas de unicornio que me regaló mi hermano mayor y único Liam para mi reciente cumpleaños número 17.Me encamino hacía el baño a lo que seguidamente me cepillo los dientes y entro en la ducha.

Al salir me pongo mi bata de baño para luego cepillar y secar mi cabello castaño claro,no necesito plancharlo ya que por suerte mis benditos genes me dieron un hermoso cabello lacio.

Ya estoy lista con mi uniforme y miro la hora en mi iPhone,son las 7:30,lo que me da tiempo para desayunar con mi hermano y mis padres.

Bajo las escaleras y mi padre está leyendo el diario mientras mi madre prepara el desayuno y mi hermano pone los platos.

-Buenos días-digo mientras me siento en el taburete junto a mi hermano.

-Buenos días hija-dicen mi madre y padre al unísono, lo que nos hace reír a mi hermano y a mí.

-Veo que amanecieron de buen humor-dice mi madre sonriendo mientras nos sirve el desayuno.

-gracias-digo ya con la boca llena,a lo que recibo una mirada de desaprobación de parte de mi padre.

Termino de desayunar y son las 7:45 a lo que aviso a mi hermano para que se apure ya que mi auto está en reparación y necesito que el idiota de último año *vale decir que repitió el tercer año por andar en malas juntas y ahora vamos al mismo nivel* me lleve.

Iría caminando pero llegaría tarde y que pereza levantarme más temprano solo para ir caminando.

Me levanto y agarro mi mochila Vans del sillón y mi hermano hace lo mismo mientras come su último trozo de tocino.

-adios madre y padre-digo caminando hacía la puerta.

El idiota infantil de mi hermano me empuja un poco al salir corriendo hacía su auto sólo para fastidiarme.

-¡¡Ten cuidado maldito adoptado!!-le grito mientras rodeo el auto para subir de copiloto.

Nos tratamos así pero en realidad nos amamos,no sé qué haría si no tuviera a este imbécil sobreprotector,yo sé que él también me ama,soy su hermanita pequeña.Siempre me llama peque incluso estando en público, debería castrarlo.

Llegamos a la secundaria Charter de San Diego y mi hermano aparca exageradamente para llamar la atención de unas rubias plásticas.Bajo del auto rodando los ojos y camino hacía una rubia rojiza que me sonríe y saluda exageradamente con la mano mientras da saltitos,mi mejor amiga Lydia Davis.Ella era verdaderamente hermosa y una de las chicas más populares de la secundaria Charter,yo también lo era pero no me interesaba serlo, sólo quería estudiar e ir a la universidad sin problemas.

-Hola Máliiii.-me saluda mi mejor amiga con un abrazo efusivo que le devuelvo confusa.

-Ey tranquila loca,nos vimos ayer.-le digo riendo.

-Lo sé,es que tenemos que dar el teatro del primer día de clases.-explica la rubia rojiza enganchandose de mi brazo y comenzando a caminar por los pasillos de Charter hacía la dirección para buscar nuestros horarios.

Luego de ver nuestros horarios vamos a nuestros casilleros a dejar los libros que no necesitamos para la primera clase, biología la cual por suerte tenemos juntas.

Suena el timbre que indica que debemos ingresar a clase y nos apresuramos a cerrar nuestras mochilas y dirigirnos al aula.

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Por fin es la última clase,por desgracia no la tengo con Lyds pero no tengo problema en sentarme sola.

Entro y me siento en la última fila mientras todos comienzan a acomodarse y también el maestro de filosofía,no es mi asignatura favorita pero tampoco la odio.

-Buenos días alumnos,mi nombre es Sr.Harris y este año seré su maestro de filosofía,espero que nos llevemos bien.-dice el hombre calvo dando una sonrisa falsa.

El profesor comienza a escribir en la pizarra cuando la puerta se abre y entran dos chicos riendo a lo que toda la clase y el maestro llevan su atención a ellos.El primero es un castaño de ojos verdes ,bastante alto, diría 1,80 y bonita sonrisa por lo que pude ver,el segundo es alto casi de la misma estatura y de cabello negro y ojos del mismo tono,hermosa sonrisa.Los dos están buenisimos.

Los dejo de observar cuando el maestro los empieza a regañar por entrar tarde y de esa manera.Los chicos ignorando al maestro se dirigen a sentarse con unas rubias plásticas que se encuentran sonriendoles, pero el maestro los detiene y les informa dónde deben ubicarse cada uno.Al pelinegro lo ubico con la chica "nerd" de la clase a lo que rodó los ojos y obedeció,para mi sorpresa al castaño le indicó que se siente con Ross,a lo que levanto la vista alarmada y lo veo dirigirse a mí con una sonrisa egocéntrica,idiota.

-Hola-dice con su odiosa pero sexy sonrisa-soy Ian Walker.

-Que bien.-le respondo malhumorada ya que no me deja oir lo que explica el maestro.Lo que provoca que se ría alto y el maestro lo regañe.Lo miro con mala cara enarcando una ceja y por fin me deja en paz.

Cuando termina la clase me dispongo a guardar mis cosas en la mochila para marcharme rápidamente,no quiero una charla incómoda con mi compañero de banco.

Cuando me giro para caminar hacia la salida su voz me detiene,maldigo por dentro.

-Ey no me has dicho tu nombre.-dice y puedo asegurar que con esa sonrisa de niño malcriado.

Me doy la vuelta con una sonrisa falsa y le respondo.

-No necesitas saberlo.-giro sobre mis talones y salgo rápidamente del aula.

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Al llegar a casa dejo mis cosas sobre el sillón y me dirijo a la cocina para tomar una manzana y una barra de cereal como merienda,soy bastante delgada pero no porque no coma sino porque así son mis genes,aunque coma y coma no engordo,y les agradezco nuevamente a mis genes por eso.Aunque mi mejor amiga Lydia dice que eso no importa,según ella lo que vuelve locos a los chicos son mis ojos esmeralda y ser alta de 1.73 también ayuda,aunque no me interesa en lo absoluto.Mi idea es sin novios hasta la universidad y pienso cumplirlo.

O al menos eso intento...