Parte única

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Chittaphon miró la bonita carta con aroma a rosas que Kun le había dejado bajo la puerta de su dormitorio. Como todas las mañanas sonrío al ver las bonitas palabras escritas con pulcra caligrafía, una mezcla de chino, coreano y tailandés. Le gustaban ese tipo de atenciones que tenía su novio con él, lo hacía sentir amado y cuidado.

Ya llevaban cuando ¿Seis meses de relación? Había terminado con John hace nueve.... Entonces sí, eso lo hacía casi seis meses de relación. Adorables seis meses de relación, donde Kun le enviaba ese tipo de cartas perfumadas, le compraba sus chocolates favoritos con bonitos envoltorios. Le enseñaba chino y lo invitaba a cafeterías costosas gastando casi toda su paga.

Y no es que fuese aprovechado, pero le gustaba la atención y Kun con sus bonitos ojos y sus bonitos gestos completaron todas las peticiones de su corazón. O mejor dicho, casi todas sus peticiones.

Se había enamorado de ese tierno muchacho con bonita voz, víctima número uno de los tentempié de media noche y los dulces con azúcar. Había sido una sorpresa para él estar enamorado o atraído a un hombre tan adorable que parecía mentira. No lo quiso aceptar hasta que una carta perfumada y una rosa con un poema en chino lo dejó con las mejillas rojas y el corazón latiendo a toda velocidad.

Al principio se rió de su destino y especialmente de él. Nunca había sido dulce con nadie, mucho menos con un Kun a dieta, de hecho con el nuevo estatus de novio, aún no podía dejar de reír. Recuerda como si fuese ayer lo adorable que era el chino cuando él y Doyoung comían como cerdos mientras el chino comía ensaladas.

No lo malinterpreten, esta en su ADN molestar a la gente, especialmente con personas adorables y perfectas como su adorado Kun. Era la forma natural que tenía para demostrar su cariño y preocupación por el hombre. Le encanta lo tierno y adorable que puede ser él. Pero había algo que no había recibido en estos casi seis meses y ya estaba desesperado. Y era algo tan simple y sencillo como el sexo.

Estaba casi trepando por las paredes porque Kun al parecer era demasiado temeroso en tocarlo. No lo dejaba profundizar los besos y más de alguna vez no había dejado que se sentara en su regazo.

Sabía que no era su culpa, es decir, él era la descripción de sexy. John lo había dicho, Taeyong también y tenía demasiadas fans detrás de él. Era injusto que su novio no quisiera tocarlo.

Había abierto la oportunidad de que tal vez fuese virgen, pero luego de golpes y pellizcos extorsionando a Lucas, había descubierto que al parecer Kun sí había tenido una novia o por lo menos no era virgen. Al escuchar eso solo se deprimió más, no le había servido de nada ganarse la mirada matadora de Jungwoo, pero su mente ya no tenía nuevas ideas sobre cómo afrontar el tema.

Necesitaba demasiado tener una buena sesión de sexo. Masturbarse no era ni cercano a tener un cuerpo con él, y si tenía un novio tan perfecto tenía que hacerse cargo de sus calenturas. Era lo mínimo.

Le daba lo mismo que fuese un patético hombre con una mente demasiado pervertida. Quería sexo y punto.

— Cariño... ¿Me puedes explicar porque Jungwoo te ha mirado toda la tarde como si te quisiese matar?

— Cosas con Lucas, solo lo amenacé un poco y su instinto de novia que aún no es novia salió a relucir. No lo tomes en cuenta — respondió rápidamente dejando caer el lápiz en el sillón y bloqueando el Ipad.

Llevaba por lo menos una hora divagando en su situación con Kun, se suponía que ocuparía ese tiempo en dibujar y solo había logrado hacer un círculo negro lleno de frustración sexual.

Se levantó para besar a Kun, esperaba ese beso de película lleno de deseo, pero había sido solo un choque de labios. Estaba harto.

— Kunkun... — susurró haciendo un puchero para que el chino lo mirara. Estaban en medio de la habitación de NCT U, sabía que Lucas y Jungwoo los estaban mirando, pero no había nadie más.

Tócame (KunxTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora