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El guardián de universos estába desesperado, notaba más y más anomalías, muertes sin razón en rutas genocida y por alguna razón estaba seguro de que no era ninguno de los bad sans, cada vez que intentaba confrontar a quien estuviera haciendo esto la persona ya había huido.

Recordó que poco tiempo atrás cuando fue a la cafetería de Fluffytale el pequeño dueño del establecimiento le pidió que estuviera pendiente de Mokka ya que andaba sola en el multiverso, no perdió más tiempo y corrió a avisarles por la seguridad de la niña.

No estaba ni cerca de imaginar la realidad.

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