Castigo

794 45 2
                                    

Me sentia incómodo y más molesto. Mi noche, si era que se le podia decir así, estaba empeorando. Acostado en las piernas de este tipo y mi trasero ardia.

-Entonces, ¿empezaras a contar pequeño zorrito?- sentí como masajeo aquella zona la cual creia que estaba roja. Senti otra nalgada

-Uno- dije entre dientes rabiando, sintiendo otra más -Dos- dije

-Lo siento zorrito- oi una risa ahogada y una pequeña vena empezó a resaltar en mi sien, estaba furioso -No oigo nada si sigues hablando así-

Estaba a punto de morderlo cuando en mi pecho se formó un gruñido que no tardo en hacerse presente. Me levanto y me puso en una mesa mostrando mi trasero y atando mis manos a cada lado para no moverme, acaricio otra vez mi trasero y me dio las cinco nalgadas que había "prometido" y le agrego otras diez, las cuales no fueron con su mano. Estas ultimas causaron una gran impresion en mi ya que abrieron mis sentidos y entre ellos mi excitación. <<Estúpido cuerpo>> pensé molesto.

-De ahora en adelante aprenderás a obedecer lindo- su voz sono profunda.

Cuando los golpes pararon, lo oi caminar lejos y me espante pensando que me dejaria ahí, en una posición muy humillante para mi gusto; mis pequeñas orejas color naranja buscaron otro ruido pero no habia ninguno que pudiera distinguir en el gran cuarto.

-¿A~amo?- pregunte nervioso y con mi respiración agitada. Moviendo mis orejas y ojos esperando captar algo con cualquiera de mis dos sentidos.

Cuando pense que me habia dejado senti en mi trasero un liquido frio y un tacto, olfateo notando el olor ajeno, mi cuerpo inmediatamente se relajo.

-Notó, lindo zorrito, que empiezas a reconocer quien es tu dueño en este lugar- hago una gran mueca -Con forme pasemos tiempo juntos aprenderas que solo yo podre darte paz y sobre todo los mimos que mereces-

-No necesito sus mimos. Necesito regresar a mi hogar, a mi vida-

-Este ahora es tu lugar y tu vida. Yo me hare cargo de todas tus necesidades- hablo en un tono grueso y muy serio, que hizo que mi piel se pusiera chinita.

Sentí como desataba y ponía el gel en mis muñecas; calmado, como si lo ultimo que me dijo jamás hubiera salido de su boca. Se volvió a sentar en la silla y me sento en sus piernas, acariciandolas.

-Aprenderás modales o mejor dicho te enseñare modales y recibiras un premio cada vez que hagas algo bien lindo zo...-

-KyungSoo- me miro incrédulo -mi nombre es KyungSoo. Odio el apodo aquel- dije de manera seria y cortante.

-De acuerdo Kyung, aunque no creas que siempre seras llamado asi- no me miro -y por cada error recibirás un castigo-

Acabo de hablar mirandome, tomo mis manos y me puso unas esposas junto con un collar los cuales eran unidos por una cadena.

-Mierda. ¿Siempre estare amarrado?- senti una nalgada haciendome dar un brinco y sintiendo como mi cuerpo reaccionaba.

-Nada de groserías, ni enfrente ni a mis espaldas- demando con un tono muy varonil que hizo que mi miembro medio despertara. Agache mi rostro. -Para que haya una mejor convivencia entre los dos. Pondremos reglas aunque yo estare fascinado cuando las rompas-

-Vallase al infierno. Usted y sus putas reglas- dije con odio -no quiero convivir con usted. Asi que no espere eso de mi- mordi su mano cuando la paso por mi rostro. Se levanto de la silla y me dejo en esta. para caminar a un gran armario el cual no note que estaba ahi. Reviso en los cajones hasta que encontró lo que buscaba. Mi cuerpo se tenso ante la curiosidad y la excitación se extiendio por todo mi cuerpo poniendo mi pene semiduro.

My Baby Do KyungSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora