¿LIBRE?

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La luz que entra a la habitación y el ruido de la calle me advirtió que era hora de levantarme, confiando en que todo era un sueño y solo tenía una horrible jaqueca me dispuse a moverme de la cama. Pero oh sorpresa, me fue imposible dar un paso lejos. Tanteando que era lo que me apricionaba descubrí un extremidad atada a mi cintura.

La mano que me sostenía no era mía me di un golpe mental... Pues obvio que no era mía... Intente salir del agarre y oí un gruñido me quede quieto y me volvió a apretar. Haciendo que me faltará un poco el aire.

-mm- moví mi cuerpo para que me soltara pero me gruñeron más -he... Gruñón necesitó ir al baño, ¿me sueltas?-

-deja dormir- después de oír eso me soltó y se giro en la cama hice una mueca de desagrado para proceder a levantarme.

Tallando mis ojos me encamine hacia el pequeño cuarto, sentía que un camión había pasado sobre mi. <<Es curioso que diga eso... Me preguntó quién habrá inventado esa expresión y si de verdad le pasó un camión encima>> negué ante mi pensamiento y me estire haciendo notar la venda atada a mi mano y una pequeña mancha en mi playera. Sobre reaccionando empecé a revisarme.

-Lo bueno, creo, es que solo es en la mano.- suspiré aliviado y tomando todo el valor que pudiera requerir empecé a quitar la venda, alejando el rostro cada vez que creía llegaba al final.

Tape mi boca cuando mire la herida sobre mi palma; intentando respirar calmado (cosa que no conseguí, obviamente), aleje mi mano de mi rostro para buscar el botiquín. Un poco desesperado busque en los estantes hasta encontrar, en lugar del botiquín, algo que creí mucho mejor. Puse la botella en el lavabo y tome una toalla que estaba doblada, la lleve a mi boca para hacer presión y la sostuve entre mis labios. Pensando si era o no buena idea lo que haría, suspiré. ¿Como decía mi amigo mexicano? Ya, chingue a su madre, que sea lo que Dios quiera.

Me arme de valor y abrí la botella con mi mano "buena", la tome y empece a verter el liquido sobre la herida. Diablos ardía como la mierda... Mordí fuertemente la toalla, mientras las lágrimas resbalaban por mis mejillas, entre tanto seguía derramando el líquido sobre el corte. Cuando dejo de salir roja pare.

Mis manos temblaban y el llanto, sin darme cuenta, empeoró. Me deje caer en el suelo apoyado al lavabo sin apartar mi mirada, un tanto pérdida, de la lesión pensando en la razón de la misma, suspiraba más y más nervioso hasta que la puerta sonó haciendo que pegara un brinco. Tome un poco de cinta micropore y la puse sobre la herida intentando cerrarla en el proceso.

-¿zorrito?- la voz detrás de la puerta sonaba muy preocupada, tome una gran bocada de aire y salí como si no hubiese pasado nada lo mire

-deja de llamarme así, odio ese mote tonto- pase a su lado como si nada mientras caminaba calmado (aparentaba) a la cocina. No sabia como reaccionar o que hacer para que todo fuera normal.

Aunque nada era normal aquí, bueno tenía una "buena vida" antes de terminar en este lugar, estando en mis pensamientos calenté la pizza que sobraba e hice café. Miraba con anhelo la ventana cuando el reflejo del dueño de la casa se hizo presente hice un puchero al ser interrumpido. Me gire a mirarlo y mientras baja mi rostro me topé con que estaba desnudo de la mitad hacia abajo.

Trague y mire a otro lado nervioso, bueno él jamás me había dicho o hecho algo, pero que demonios si lo había hecho y aunque me fascinó, no dejaba de ser incómodo.. Tomo mi mano y me llevo hacia la habitación de la otra vez, me puse renuente pero me sonrió.

-calma, se que te gusto lo de la otra vez.- negué nervioso intentando sacarme el agarre. Una vez dentro de la habitación, me tomo de la cintura y acercando su rostro me dio un pequeño beso me hizo quedar en shock, para cuando se separo y caí en que lo había correspondido, me di cuenta que tenía un vibrador pegado a mi miembro, lo encendió haciendo que me tragara un gemido que fue casi imposible por la sorpresa, miré su rostro el cual tenía una sexy sonrisa.

<<Maldito>> pensé mientras mi rostro se deforma por el placer.

-Usted y yo tenemos que hablar- dijo con una voz gruesa -pero lo haremos de un manera divertida-

Al decir eso sabía que mi mañana no iba a ser la mejor, sintiendo la pequeña vibración constante en mi miembro fui llevado hacia la cama, me sentó y se puso frente a mi.

-pondremos reglas cachorrito, cada vez que me contestes bien y sin groserías yo te daré un premio, pero si no lo haces o lo haces difícil tendré que castigarte.- quito el vibrador y me dió un pequeño beso. -Ya sabes bebé... En lo personal espero hagas que te castigue, soy fan de eso-

Me acomodo en la cama y cuando paso su mano por mis labios le mordí. Me miró con desagrado y luego con una sonrisa, tomo ambas muñecas y las amarro a la cabecera, lo miré con temor, sin decir nada se levantó. Algo espantado seguí sus movimientos, no decía nada ni me miraba, cuando se acercó a la puerta ahogue un gemido.

-Ya te lo había dicho.. odio a los malcriados, de ahora en adelante eres mío y aprenderás de una u otra manera a aceptarlo o pasarás tus días aquí en la habitación-

Regreso con una expresión algo calmada y se sentó a un lado mostrándome un control remoto, acarició mi rostro haciendo que lo alejara.

- Hagas lo lo que hagas no puedes obligarme, odio estar aquí... Te odio a ti- Susurré dolido mientras miraba a otro lado. Esto no era lo que planeaba en mi vida, sentí como sus manos eran pasadas por mi cuerpo mientras era despojado de todo, de la ataduras y del vibrador. Se levantó y se marchó dejando la puerta abierta.

Me levanté y salí, oí la ducha y sin más tomé algo de ropa de él mientras miraba para que no me cachara, la escondí y espere a que saliera. Lo miré caminar por la casa tomando sus cosas y demás para después marcharse.

Espere unas horas antes de vestirme y escaparme con la esperanza de llegar a mi casa y de ahí largarme a cualquier otro lado.

Cuando pude llegar a mi casa suspirando aliviado empecé a empacar mis cosas, ni había mucho así que todo entraba en una maleta no muy grande, saque los ahorros que tenía y sin mirar me marché, camine hasta la estación del tren de manera paranoica. Cuando llegue pedí un boleto lo más lejos y que saliera lo antes posible.

Cuando pague y me fui a la sala de espera para mi partida, sonó el altavoz dando la orden de abordar; camine hacia el tren más relajado cuando todo se volvió oscuro...








Holi... No es lo he esperaban y ni yo lo esperaba, pero bueno, regrese y espero no tardarme más...

Por otro lado vengo a hacerme promoción para que se den una vuelta en mi otra historia, es un TaoRis

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2019 ⏰

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