Fugaces

Capítulo 1

Noa

Estafada, engañada, indignada, frustrada. No sabía cómo expresar la manera en la que me sentía ahora mismo.

Eran las 9 de la mañana y ahí estaba yo, frente a la facultad, esperando a que el que iba a ser mi tutor se dignase a aparecer.

Llegaba quince minutos tarde de la hora acordada, que si le sumábamos los que había tardado yo, se convertía casi en treinta.

Lo sé, dado que yo también había sido "impuntual" no debía quejarme porque él también lo fuera, pero como quejarse es de las pocas cosas gratis que conozco, no iba a desaprovechar la oportunidad.

Cansada de estar de pie, decido entrar y sentarme en las escaleras que daban a la primera planta del edificio. Miro de nuevo la hora suspirando por perder de una manera tan tonta el tiempo, y desbloqueo el teléfono dispuesta a mandarle un audio a mi hermano mayor, Dante.

- Dante, estoy flipando - digo mirando hacia arriba - sé que yo soy tardona, pero esto ya es exagerado. Llevo quince minutos esperando ¡Quince!

> Menudo sinvergüenza. Si esta es la persona que va a "guiarme" durante la carrera, menudo caos me espera.

Cuando procedía a grabar otro audio más, escucho a alguien carraspear a detrás de mi. Cierro los ojos, esperándome lo peor.

- Hola Noa - dice una voz ronca - Siento haberte hecho esperar.

Me giro rezando porque acabara de llegar. No sabía hasta que punto podría haber escuchado, así que esperaba que no mucho.

Sin embargo, ¡la que tenía que estar indignada era yo! Treinta minutos era pasarse de la raya hasta para mí, así que me negué a pasar vergüenza y me giré con la cabeza bien alta.

- Hola - digo tranquila - Tranquilo, no pasa nada.

Siempre me pasaba lo mismo, me creía yo una valiente cuando en verdad no era capaz ni de matar a una mosca.

- Me llamo Aiden - dice comenzando a subir las escaleras en dirección a la sala de estudiantes - ¿Te apetece ir a la cafetería a tomar un café? Te invito por haberte hecho esperar.

Satisfecha por la oferta, asiento caminando a su lado. Sus pasos eran largos y rápidos, así que tuve que adaptarme a su ritmo para no quedarme atrás.

- Estás en primero de Arquitectura, ¿verdad? - comenta distraído - Yo estudio Ingeniería Industrial, así que no tengo mucha idea del tema - dice riéndose ligeramente.

Su comentario hace que desplace la mirada de los carteles del pasillo a él. No me esperaba que mi tutor fuera otro estudiante, pensaba que solo podían ser profesores, así que cuando me di cuenta de lo joven que era no pude evitar preguntarle.

- Sí, es mi primer año aquí - afirmo - ¿Tú aún estás haciendo la carrera? Pensaba que solo podían ser tutores los profesores de la facultad.

Mi pregunta había sonado un poco más directa de lo que quería, pude confirmarlo cuando vi cómo abría los ojos sorprendido. Maldije mentalmente.

- Si, este año se han quedado cortos con los tutores, así que han decidido usarnos a los de cuarto para no saturar a los profesores. - bromea mientras abre la puerta que da a la cafetería de la sala de estudiantes.

Había entrado pocas veces a la cafetería, ya que habíamos comenzado el cuatrimestre hacía a penar unos días. Sin embargo, él parecía muy familiarizado con las cocineras, y no dudó en el momento de pedir su café.

- ¿Cómo quieres el café? - pregunta mientras la cocinera cogía los vasos de cartón

- Yo prefiero un zumo de piña, por favor - digo recordando la taquicardia que había creído sentir la última vez que había probado una gota de café - No me gusta el café.