Apuestas || Stray Kids - Hwang HyunJin.

♂O C H O♀ Algodón de azúcar.

●○HyunJin○●

Me aseguré de dejarle en claro a mi hermano que "salgo" con HeeSeul, porque... oh, de verdad es un mujeriego, no hay mes que no lleve mujer diferente a casa. Y cuando no lo hace, es porque directamente no viene.

No quiero que se fije en ella porque cuando terminemos, mi hermano seguro tratará de seducirla para que caiga a sus grandes pies como toda mujer, no quiero que salga nuevamente lastimada; su relación anterior no salió de una manera agradable, y ahora yo terminaré con ella en tres meses.
Debo encargarme que WonGeun no se interese en HeeSeul.

-Ahora, ¿Qué quieres hacer? -Pregunté a la linda chica a mi lado. Si, recién hoy noté que no es la chica ignorante que creía, que sólo pensaba en ella, y también, es muy bonita.

-Mmm... No lo sé. -Se encogió de hombros inflando sus cachetes.

-¿Y... si vamos al parque de diversiones? -Dije tocando con mi dedo índice una de sus mejillas provocando que esta se desinfle. Típica salida de parejas, hay que intentarlo.

-Está bien. -Dijo sin dudarlo.

[...]

-Boletos, por favor. -Dijo el chico teñido de rubio, pidiendo nuestros boletos para ingresar al juego. Le entregué lo que nos había pedido, pero no me gustó la forma en la que vio a HeeSeul que se encontraba a mi lado izquierdo, sinceramente, recorrió todo su cuerpo con una mirada perturbadora para cualquiera.

-Gracias, por aquí por favor. -Señaló con su mano la entrada de la montaña rusa, pero al parecer no quería que yo suba, ya que apenas HeeSeul ingresó, el rubio casi cierra el ingreso, pero lo miré de manera fulminante y la volvió a abrir.

-Acomódense por favor. -Dijo una voz por el parlante.

Todas las personas abordo se acomodaron en su asiento y los cinturones de seguridad bajaron.

El gran juego comenzó...

[...]

Creo que fui un completo gallina. ¡Tomé la mano de HeeSeul porque tenía miedo! Oh por Dios, se supone que las chicas abrazan a sus novios cuando le temen a algo, no que la chica consuele al chico. Creo que moriré de vergüenza.

-¿T-te gustó el juego? -Hablé con la cabeza a gachas. No creo poder mirarla a los ojos, de verdad, ¿Qué estúpido se refugia en su novia?

-Si, me encantó. -Creo que sonrió, aún no la he visto. -¡Si, vamos! -Jaló de mi brazo e inmediatamente supe la razón de su felicidad al levantar mi mirada.

Algodón de azúcar.

Al llegar al puesto, HeeSeul quedó admirando la gran máquina giratoria que preparaba el famoso algodón con colorante.

-¿Me da uno, por favor? -Pedí al señor que atendía el puesto.

-Claro, ¿Qué color? -Miré a HeeSeul esperando una respuesta, pero seguía mirando cómo giraba la máquina. La codeé para que responda, y funcionó.

-Eh... rosa, no, azul... ¿O rosa? -Reí por su respuesta indecisa.

-Deme ambos. -Dije al notar que seguía confundida con cual elegir.

Estaba a punto de pagar, pero HeeSeul detuvo mi acción.

-Yo pago. -Dijo mi "Novia".

-No, yo. -Dije.

-Yo. -HeeSeul.

-Yo. -Yo.

-Yo. -HeeSeul.

-Yo. -Yo. Y volvimos a las peleas... viejos tiempos a principio de año.

-Tranquilos, tranquilos, -Rió el vendedor al ver nuestra ridícula discusión. -Tengan, es de regalo. -Dijo extendiendo los dulces de ambos colores.

-No, no. Está bien, yo pa- -Fui interrumpido por el mismo hombre.

-No se preocupe, jovencito. Es un regalo por la hermosa pareja que hacen ustedes dos. -Dijo sonriente y amable el hombre. Luego de eso, tomó mi mano y colocó el algodón color rosa en esta, para que lo agarrase e hizo lo mismo con la de mi "Novia" pero con el de color azul. -Adiós, que tengan una linda tarde. -Se despidió y nosotros hicimos lo mismo.

-Que señor tan amable. -Dijo HeeSeul rompiendo el silencio que hubo durante unos segundos de nuestra caminata por el parque de diversiones.

-Claro que si. -Pasé mi brazo por encima de sus hombros, noté que se tensó un poco, pero luego se relajó.

-¿A qué sabe? -Preguntó señalando el algodón que tenía en la mano.

-Dime tu. -Acerque lo dicho a su boca para que lo probara por su cuenta. Cuando lo hizo, dio una cara de satisfacción total, esa fue su respuesta. -¿Y cómo está el tuyo? -Quiero probarlo, el de color azul es mi favorito.

-Está bueno. -Asintió y siguió comiendo del rosa. ¿No me dará?

-¿No me darás? -Pregunté demasiado obvio. Ella negó con la cabeza. -¿Ah, no? -Reí incrédulo.

-No. -Dijo sonriente. Esta chica si que es mala. De inmediato le quité ambos algodones y los levanté estirando completamente mi brazo sobre mi cabeza. -¡Hey, dámelo! -Saltó repetidas veces tratando de alcanzarlos, pero yo hacía puntitas de pie y le era más en vano. -HyunJin, quiero mi algodón. -Se cruzó de brazos haciendo un muy lindo y tierno puchero con sus labios.

-No. -Ahora dije yo sonriente, inclinándome para estar a la altura de su cabeza. -No me querías dar, así que lo tomaré. -Reincorporé mi postura y comencé a caminar comiendo el algodón. No sentí pasos detrás de mi, así que volteé para ver que sucedió con la chica que hace momentos se encontraba a mi lado puchereando para que le de su algodón. Al hacerlo, vi como una loca se aproximaba velozmente a mí y saltaba sobre mi cuerpo... tirándome al pavimento...