Recuerdos en cruzada

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Jimin bajaba a las doce del medio día para tomar el desayuno, no era flojo, se consideraba a sí mismo como una persona productiva pero el cambio de horario le jodía la existencia, esperaba a que se cumpliera la semana para alejarse por siempre de ese lugar llamado "hogar"

Entro en la cocina y se encontró con dos de los empleados conversando de manera sospechosa, el chef miraba con dureza al chofer, Jimin soltó una pequeña risita.

-Vamos Jin-dijo el chico vestido por completo de negro 

-Olvídalo Namjoon tengo trabajo que hacer-suspiro cansado-Además a mi no me importa que hayas perdido parte del equipaje del joven Park 

Jimin abrió la boca indignado, camino hacía los empleados y con el puño cerrado golpeo la puerta 

-¿Perdiste mi equipaje? ¡Tienes idea de las cosas tan costosas que iban dentro!

Namjoon al ver los ojos furiosos del chico rubio levanto ambas manos -¡Yo no hice eso!

SeokJin río-Eso es para enseñarle que no debe escuchar las conversaciones ajenas 

Con la cabeza baja pareciendo un niño arrepentido se disculpo con ambos. Jin lo miró con detenimiento, al parecer no era como Jungkook lo había descrito, sí era un niño mimado pero no un idiota controlador o al menos no lo aparentaba. 

-No importa joven, su madre me aviso que posiblemente estaría hambriento ¿Desea que le prepare algo en específico?

Jimin con una sonrisa tierna asintió, él era un desgraciado con las personas que se lo merecían, pero tenía la educación para comportarse con los demás
-Lo que sea esta bien, sólo procura que tenga una gran cantidad de tocino 

-Muy bien, puede ir a sentarse al comedor enseguida le llevo los alimentos-le sonrió 

Cuando salió de la cocina se dio cuenta que el nuevo cocinero de su padre era apuesto, se sentó en la enorme mesa de cristal completamente vacía, si las cosas seguían de esa manera optaría por comer en la cocina los días restantes, no le gustaba la inmensidad de esa casa, se sentía solo, no era como su pequeño, elegante y acogedor departamento.

Suspiro dándose cuenta que había olvidado su teléfono en la habitación, si Taemin le llamaba era seguro que se molestaría, al final  era quien debía autorizar lo que se hacía en la revista como editor en jefe, no le tomo importancia, de verdad necesitaba descansar.

-Recuerdo que eras madrugador-la voz grave que heló su cuerpo provenía de Yoongi que estaba sentado al otro extremo de la mesa tomando un humeante café 

-¿Estuviste aquí todo el tiempo?-pregunto consternado 

-Sí, te di las buenas tardes pero no me respondiste-río-Sigues siendo un niño distraído

-Ya no soy un niño y por lo visto tú ya no eres un don nadie-se burlo en el mismo tono que el mayor había empleado 

Yoongi se tenso, no soportaba la lengua floja de Jimin, desde un principio supo que ese chiquillo le traería muchos problemas pero no entendió a qué magnitud hasta que se vio perdido en sus ojos y acepto sin dudar cualquier cosas con tal de estar a su lado.

-He hecho buenos negocios-dijo tratando de aparentar que no le afectaba lo que había dicho 

-Si es con mi familia no lo dudo ¿Cuánto te pagaron para que accedieras a casarte con Jungkook?

-Ese es un bono extra, me vuelve loco estar a su lado-sonrió con picardía

Jimin apretó fuertemente sus puños, estaba harto de escucharle hablar de ese modo

Peligrosa Tentación ☆Yoonmin-Vkook☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora