CAPITULO VIII : Un nuevo integrante

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Eran exactamente las 08:00 AM y la pelinegra se encontraba despertando perezosamente de su tan preciado sueño después de haber escuchado el estridente sonido de su alarma inundar toda la habitación haciendo que inevitablemente manoteara el desafortunado aparato que como tantas veces dio a parar al suelo para luego incorporarse, ponerse de pie y dirigirse a paso ligero hacia el cuarto de baño para intentar despejar aquellos deseosos pensamientos de querer volver nuevamente hacia la cama. Al salir de la cómoda bañera se dirigió rápidamente hacia su respectivo ropero para empezar a cambiarse en completo silencio mientras pensaba en todas aquellas actividades que debería realizar en la oficina con pesadumbres para luego de unos minutos salir de su habitación y dirigirse hacia las amplias escaleras divisando al final del último escalón como sus padres, el rubio y la pelirroja se encontraban ya reunidos en la mesa de la sala -comedor conversando amenamente mientras degustaban del exquisito desayuno.

Y: Buenos días - saludó a todos los presentes tomando asiento frente a la pelirroja quién la recibió con una cálida sonrisa que fue correspondida en complicidad

O: Tú hermano nos estaba comentando que ayer estuvieron en el Club de golf - inquirió suavemente a la ojiazul mientras daba un sorbo a su taza de café 

Y: Si, pasamos parte de la tarde practicando golf y creo que tenemos una nueva proeza del deporte - dijo divertida volteando a ver a la pelirroja con una tierna sonrisa

La: ¡Oh! ¿En serio Lena? - preguntó asombrada volteando a ver a la pelirroja con una gran sonrisa

L: Eh bueno...- dijo levemente sonrojada - Creo que el golf es ahora uno de mis deportes favoritos - respondió con una tímida sonrisa a la mujer

O: Entonces creo que te alegrará saber que mis padres tienen un pequeño campo de golf en su casa de campo - dijo con una plácida sonrisa a la pelirroja llevando su taza de café a los labios 

L: ¡Oh! si, Vladimir me comentó aquello señor - respondió con una suave sonrisa al ojiazul 

V: De hecho tenemos pensado ir a visitarlos este fin de semana ¿Verdad Lena? - inquirió con una tierna sonrisa a la pelirroja 

L: Si, así es - respondió suavemente volteando a ver al ojiazul con una tierna sonrisa que fue correspondida en complicidad 

Al cabo de unos minutos el desayuno se había dado por concluido para el rubio y la pelirroja quiénes pasaron a retirarse no sin antes haberse despedido cortésmente de todos los presentes y agradecido a María por la exquisita comida por otro lado la pelinegra permaneció por unos cuántos minutos más conversando con sus padres para luego también pasar a retirarse de la sala - comedor. Al salir de la propiedad divisó a lo lejos como los fornidos guardaespaldas lidiaban con un particular número de reporteros quiénes por más intentos que hacían por burlar la seguridad eran perfectamente retenidos en la entrada de la residencia y con aquella caótica expectación se acercó lentamente hacia aquella dirección para subir a su respectivo vehículo sin embargo antes de que pudiera ingresar al Audi se detuvo y se dio lentamente la vuelta al recordar que el rubio le había permitido tener su propia seguridad y la idea de tener sus propios guardaespaldas era una oportunidad que definitivamente no estaba dispuesta a desaprovechar. 

Y: Eh... Iván y Gregori - dijo leyendo sus nombres escritos en sus gafetes metálicos de identificación - Ustedes vengan conmigo - pidió con firmeza a los hombres quiénes asintieron con sumisión y se acercaron para ingresar en la parte posterior del vehículo 

Los VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora