Te Amo Ŵ๏๏H๏ ~Terminada~

cap4

En ese momento se sintió muy decepcionado por aquellas palabras. Tal vez era muy pronto para llegar a amar a una persona, pero tenían el tiempo suficiente como para conocerse.

Esperó una respuesta afirmativa pero aquellas palabras fueron más que suficientes.

Así que tomó sus pertenencias y se dirigió a la puerta, total sólo fue una noche, no sería difícil de olvidar. Intentó abrir aquella puerta pero esta no cedía, estaba con seguro. Una risa burlona se escuchó detrás de él

— ¿Qué tratas de hacer, pequeño? ¿Crees que escaparás de mí así de fácil? ¿No entiendes que ahora tú me perteneces? —dijo el más alto para luego tomar de la cintura al pequeño y apretarlo contra su cuerpo, causando que sus respiraciones se mezclen creando un ambiente tenso.

—¡Claro que no! Yo no le pertenezco a nadie, usted es sólo de una noche. No se crea tan importante y con permiso, me voy. —Aquel JinHo tierno había desaparecido. No le importaba por donde saldría, sólo no quería estar más ahí.

Pero WooSeok jamas dejaría que su “juguete”, como él lo había llamado, se fuera así de fácil, así que caminó hacia él y lo cargó como si de un costal de papas se tratara, lo metió al auto y se dirigió a una de las casas de seguridad que WooSeok tenía.

El camino fue demasiado largo.

JinHo gritaba porque lo dejara libre.

No quería estar ahí.

Pero una parte de él se sentía bien.

Porque inexplicablemente tenía esas locas ganas de que WooSeok lo sometiera, que lo tocara, besara, era una inexplicable sensación que salía dedes su interior. El también tenía ganas de jugar.

Finalmente habían llegado.

WooSeok tomó a JinHo y lo cargó al estilo princesa mientras se adentraban a la casa, ya estando allí se dirigió a una habitación demasiado hermosa, los colores pastel contrastaban muy bien.

WooSeok sentó a JinHo en una de las esquinas de la cama, la habitación quedó en completo silencio hasta que el mayor comenzó a hablar.

— Mira bebé,  sabes que te quiero (para coger bien rico) ¿Verdad? —JinHo negó, mientras su cara caía hacia abajo, se sentía triste y lo peor de todo es que no sabía porqué. Sin darse cuenta lágrimas viajaban a través de sus mejillas.

— ¿Pero por qué lloras, bebé? ¿Acaso dije algo malo? ¡Entiende de una maldita vez que tú eres mío y jamás escaparás de aquí! ¿Entendiste? 

— Sólo déjeme ir, por favor, no quiero estar aquí, usted me lastima —el pequeño JinHo rompió en llanto.

WooSeok abrazó al menor mientras besaba sus regordetas mejillas, el pequeño JinHo, se sonrojó, parecía un tomate. Alzó la mirada y sus labios se encontraron con los de WooSeok.

Sus bocas se unieron formando un beso lleno de lujuria y deseo. Sus cuerpos se necesitaban, WooSeok recostó al menor en la cama, mientras que sus manos acariciaban las nalgas del menor.

JinHo sólo gemía de placer, su rostro se enterró en el cuello del mayor mientras chupaba, lamía y dejaba marcas notorias en el. Pronto ambos habían quedado desnudos.

La habitación se encendía con los melodiosos gemidos, no les importó si alguno de los guardias los escuchaban.

Así pasaron esa tarde agotados por el sexo duro, quedaron profundamente dormidos.

JinHo despertó por un momento, observando al mayor dormir. Admirando todas aquellas facciones de él, y admirando como WooSeok podía parecer  tan tierno, cuando era todo lo contrario.

JinHo se propusó a enamorar al mayor. A ver si podría resistirse a sus encantos majestuosos.

En algún otro lugar.

—¡¿Tienen alguna novedad de dónde está mi hermano?! —preguntó Hui muy preocupado, estaba al borde de la locura.

  Había pasado una semana entera desde que el pequeño JinHo había desaparecido, jamás sospechó de la organización  enemiga ya que nadie sabía que tenía un hermano menor, pero estaba comenzando a dudar, así que no lo pensó dos veces y mandó a investigar a WooSeok, todo lo referente a él y sus movimientos.

Pero de nada sirvió porque no lograron hallar nada. Pensó que tal vez su hermano sólo se fue del país o estaba en otra ciudad. A veces pensaba que JinHo estaba muerto o tal vez torturándolo y sacándole información sobre ellos por su culpa,

Todo podría ser posible, pero no soportaba la idea de que su hermanito estuviera sufriendo por él. Esos días habían sido un martirio para él, estaba desesperado, el haría pagar al culpable de la desaparición de JinHo.

Pero primero tenía que averiguar quién era.

.......…............................

  WooSeok por su parte mandó a investigar  más sobre JinHo.

  Pero no encontró nada malo, al contrario. Él era lo opuesto a su hermano, el vivía solo desde muy pequeño y cuando se enteró de eso, tuvo esa necesidad de protegerlo del mundo cruel, pero esa necesidad de protegerlo lo confundió, ¿Por qué haría eso? Si sólo quería a JinHo para vengarse de Hui, además era su  nuevo “juguete sexual".

  Pero era raro porque cuando estaba con él se sentía extraño. De sólo ver a aquel  chico tierno, con mejillas regordetas y labios hermosos; su corazón latía a mil por hora, su estómago revoloteaba, sus manos sudaban y cada vez que lo hacía suyo, se sentía tan jodidamente bien.

Pero WooSeok no quería enamorarse, no porque no le gustara.

La razón era que no quería que la persona que amara sufriera. Se estaba arrepintiendo de haber usado a JinHo, sabía que cuando él se enterara sufriría y se ganaría su odio, además WooSeok tenía enemigos, enemigos que no dudarían ni un momento en hacer sufrir a JinHo y que mejor quitándole lo que más ama.

Como Hui lo había hecho con su familia, él no quería que le hicieran daño, no lo permitiría.

JinHo inspiraba paz, cuando estaba con él su vida ajetreada y llena de problemas desaparecía por completo, con él se sentía realmente bien.

Pero el actuaba frío con el menor.

No quería que JinHo sufriera, él no merecía algo así, además él no tenía la culpa de tener a un hermano desalmado como Hui, hasta había pensado dejarlo ir, pero no se imaginaba estar lejos de él.

Wooseok se había vuelto adicto al menor, sus labios, sus besos, su cara de placer cada vez que hacían el amor.

WooSeok había caído en su propio juego.

Y lo peor de todo es que estaba enamorado.

Pero no quería aceptarlo.