04

4.6K 379 20
                                    



Llevo una semana aceptando lo que esta pasando y me he sentido mejor, Leda y Thiago me regalaron unos zapatitos rosas según Leda será una niña, estuve apunto de lanzárselos en la cara pero ahora se encuentran en lo profundo de mi armario para que Lana no pueda encontrarlos.

Leda me ha estado mandado un sinfín de nombres que para que tome una decisión, ha intentado convencerme de comenzar a comprar muebles para bebé pero primero tengo que tener una platica incomoda con Lana, pero los links de Amazon de cosas para bebé no dejan de llagar.

Las cosas con Lana están extrañamente normales, y he estado ideando como hablar con ella me molesta sentirme tan insegura de hablar con mi hermana, y como técnicamente en este momento tengo 4 semanas lo que significa que ni de lejos se me nota, como para preocuparme.

Los viernes en Elle's son un poco más agitado de lo normal y si a eso le sumamos que hoy hay un partido de algún equipo que no conozco, Lana y yo apenas podemos, afortunadamente las nauseas ya no son tan constantes por lo que puedo ayudarla en todo.

Le ruego a dios que me haga aparecer mágicamente en mi cama cuando estamos terminando de limpiar para cerrar por fin a las 2:00 a.m, cuando la puerta se abre de la nada.

- Ya no tenemos servicio, lo siento - digo sin voltear a ver a la persona.

- ¿Eres Olive Henaff? - una voz femenina pregunta y esta vez si miro en su dirección, una mujer rubia con cabello corto y un traje gris impecable me mira desde la entrada, con los brazos cruzados.

- Así es - digo sin más, camina hacia mí y extiende una mano en mi dirección.

- Laurel Hampton - tomo su mano en un extraño saludo - Soy parte del servicio real. - dice de la nada yo solo abro la boca y la vuelvo a cerrar sin saber qué decir.

- El palacio solicita tu presencia el día de mañana a las 2:00 p.m, un auto de servicio pasara por ti treinta minutos antes, para que puedas estar lista - una exigencia más que una invitación.

- ¿Es pregunta? - tal vez no debería bromear con alguien del palacio.

- La corona no hace preguntas señorita Henaff .

- ¿Podría saber el motivo? - ella me mira con una sonrisa incomoda.

- Deberías saberlo después de lo que hiciste. - dice sin más y luego se retira.

Esto suena a "se lo que hiciste el verano pasado" y un escalofrío recorre mi espalda, ¿Qué se supone que hice? y más importante ¿Qué le hice a la corona? alguien del servicio real se tomo el tiempo de venir a Elle's debe ser algo grave.

Pase la noche despierta intentando buscar una respuesta, tal vez papá no pago sus impuestos, o tal vez no tenemos los permisos de Elle's en regla pero nadie del servicio se tomaría el tiempo de venir directamente.

Para la una de la tarde del día siguiente tengo el fuerte impulso de meterme debajo de la cama y ver si me pueden encontrar pero la cola de Croqueta me delataría, me siento tonta por estar tan asustada, ¿Tendrán calabozos? o ¿eso ya no es muy la realeza?, cuando un auto negro se para frente a la puerta trasera de la casa y Laurel baja de el no tengo tiempo de buscar dónde más esconderme y salgo a enfrentar la realidad.

Cuando Laurel dijo "El palacio solicita su presencia", pensé que me esperarían con una taza de té en una lujosa sala llena de perritos reales, pero las paredes grises que me rodean me hacen creer que la realeza no es tan extravagante como creía después de ver las fotos reales año con año en el cumpleaños de la Reina Lora.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¡No con el príncipe! (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora