Porque todos hemos experimentado por primera vez y lo arrollador que puede ser.
Estas son las cartas que le escribí a la persona que me enamoré en mi adolescencia, cuando tenía quince años.
No es una historia de amor. Son los pensamientos de una chi...
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Hola, tú.
Aún no sé por qué te escribo esto (bueno, sí lo sé, pero es más fácil mentirme a mí misma y decirme que no sé). Aunque, siéndote honesta, no es la primera vez que te escribo algo.
Recuerdo que mis quince años tenía un cuaderno que forré con papel negro y brillos plateados. Le puse algunas imágenes de mi anime favorito en la portada y con letras mal recortadas de una revista lo llamé "mi diario".
Siéndote sincera, más que un diario, parecía un cuaderno de despecho. Bueno, aunque, ahora que lo pienso, ese es el papel de un diario, ¿no? o eso creo. Muchas veces le escribí a mi diario llorando, llena de rabia. Tan dramática como una adolescente puede ser.
La frase que más se repetía entre líneas era "¿por qué no me quieres?, una y otra vez con letras chuecas. No me mires así, siempre he tenido mala caligrafía, incluso ahora. El punto es que, para mí, aquel cuaderno feo escondía mis secretos más oscuros.
Secretos que no fui capaz de decirle a nadie hasta que entré a la Universidad, cuando estuve alejada lo suficiente de todos y todo, porque sentía que ya era mi momento de superarlo (cosa que no ha pasado completamente).
Siempre he sido una sentimental de lo peor. Demasiado entregada, demasiado apasionada. A veces creo que es ese mismo motivo por el cual no puedo olvidarte (o también podrían ser mis problemas mentales), pero también fue esa la razón por la que me sentí atraída a ti en primer lugar.
Me hacías sentir importante. Me hacías sentir que te importaba.
Has la única persona a lo largo de mi vida porque he tenido sentimientos tan fuertes, aún a veces me pregunto qué pasaba conmigo.
Te lloré mucho.
Me revolvía en mi cama desconsolada por no entenderme y también por no entenderte.
¿Me querías? Sí.
¿Cómo yo te quería? No.
No es un reclamo. Siempre he pensado que cada ser humano es responsable de sus sentimientos.
Yo siempre lo fui de los míos.
Por eso nunca te dije lo que sentía, preferí guardármelo, mantenerlo escondido. Lo logré durante toda la preparatoria, nunca fui capaz de aceptar o confesarle a alguien que me gustabas.
A veces me arrepiento.
A veces pienso que pude haber hecho las cosas de una forma mejor (debí besarte cuando pude)
Pero también creo que todo pasó porque tenía que pasar.
Por eso decidí escribirte estas cartas, para decirte lo que nunca fui capaz, ya que la única forma que conozco de abrir mi corazón es escribiendo.
Esto nunca lo leerás y está bien, porque en este momento para ti sólo soy un mal recuerdo, quizá ni eso, a lo mejor me convertí en una vieja sombra. Sin embargo, para mí no lo fue, ni es así. Aún te recuerdo, aún siento algo por ti, aun creo que eres lo más bonito que he conocido.
Pero debido a esto tengo que dejarte ir.
Nunca te tendré y tú no me tendrás.
Espero que, cuando finalice todas estas cartas, mi corazón se sienta más ligero y finalmente pueda dejar esta etapa atrás.
