Anya nunca pensó en arreglar los problemas que su pasado le dejó, no quería volver a relacionarse con ello, quería olvidarlo, ignorarlo, fingir que jamás existió, aunque este constantemente regresaba de un modo u otro.
Nunca imaginó que aquellos sie...
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JungKook.
–Espera un momento, ¿qué es lo que acabas de decir? –preguntó Taehyung con curiosidad.
–Anya no ha hablado conmigo desde hace dos días, creo que está molesta –respondí en una mueca triste.
–¿Lo dices por la publicación, donde se dice que estas coqueteando con IU? –preguntó Jimin.
–Eso creo. Le pregunté a Yazmin y dijo que sí lo vio, pero no sabe qué pasó con ella, porque no han hablado tampoco.
–Uh, JungKookie está en problemas –se burló Suga, que estaba leyendo algo en su celular.
–¡Yo no coquetee con ella! ¡Sólo le dije que era una buena cantante y que era su fan! –exclamé –Me abrazó y no quise ser grosero al no corresponder. Sacaron las fotos de contexto, porque ella me dijo que me deseaba suerte en mi relación y que veía a Anya como una gran chica.
–Esperemos que Anya crea en tu palabra, porque esas fotos si son muy insinuantes –mencionó Hoseok, alzando la mirada de un libro para observarme.
–Esto no puede ser, apenas nos reconciliamos y de nuevo hay problemas –me quejé.
–Así son las relaciones JungKook, ahora les toca a ustedes averiguar cómo superar estas situaciones –aconsejó Namjoon poniéndose de pie –. Hoy que es fin de semana, hay que aprovechar que tenemos tiempo libre, podemos ir a un parque de diversiones y pasar la tarde, tú y Jin han estado muy tristes.
–Está bien Nam, vamos a salir –aceptó Jin.
–Yo no quiero, necesito comunicarme con Anya –me negué. Necesitaba desesperadamente hablar con ella.
–No creo que te contesté ahora. Mejor despeja un poco tu mente, para que cuando hablen, tengas buenas soluciones –sugirió Taehyung –. Ven con nosotros a la buena o te arrastramos hacia allá –me amenazó de manera pasiva.
Me crucé de brazos, murmurando en voz baja sus palabras. No me gustaba para nada la situación, pero los conocía lo suficiente para saber que ellos cumplirían su palabra, así que con mi mal humor y todo, fui con ellos, observándolos con el ceño fruncido, divirtiéndose a mi costa.
¿De verdad creen que podría divertirme, cuando tengo miedo de la reacción de Anya? Sé que ella suele ser celosa, pero no conozco muy bien sus celos, no tengo ni idea de qué es lo que hará o cómo actuará, lo que me tiene temblando de vez en cuando.
–JungKook, has estado ahí sentado toda la tarde –escuchó a Jimin, sentándose a mi lado. Pude observar que tenía unas orejas de gato y un helado en su mano –. Vamos a la rueda de la fortuna, para que disfrutes un poco.
–No quiero.
–Anda, vamos, te prometo que será al único juego que te pediré subir conmigo.
