Poco después de que Derek se convertiese en alfa y el rumor de que una nueva manda Hale comenzaba a formarse, una nueva manada de lobos llega a Beacon Hills.
Una manada de lobos completos, y su reina, Thalula, acuden para buscar una alianza y amist...
Detrás de todo lo exquisito siempre hay algo trágico
-Oscar Wilde
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Cuatro lobos y dos cachorros corrían a través de cierto bosque, a toda velocidad. La manada había recorrido al menos un país entero en una semana, manteniendo el paso y sólo deteniéndose para cazar y descansar.
Abriendo la marcha, una loba grande de pelaje negro y ciertos tonos cobrizos corría a toda velocidad, sintiendo la tierra y el pasto entre sus patas delanteras, con los músculos marcándose por el esfuerzo de correr. A los costados de la formación había dos lobos blancos, uno de ojos azules y otra de ojos grises, un poco más atrás; ellos eran los encargados de vigilar a los lobos que se encontraban en el centro. Los custodiados eran los cachorros, un pequeño de pelaje castaño que apenas y podía mantener el ritmo tan acelerado de los demás; y un joven lobo que dentro de poco podría ser considerado un miembro adulto de la manada, con el pelaje grisáceo. Cerrando la marcha estaba una loba esbelta de frondoso pelaje miel
La voz de uno de esos lobos blancos resonó en la mente de su familia, con un muy marcado acento.
"Thalula, creo que el cachorro necesita descansar" dice, mirando de reojo al pequeño castaño que corría ya con la lengua de fuera. Incluso, y sin aliento, intentó renegar
"No...es...cierto" y una pequeña risa se escuchó de parte del resto de los lobos.
La loba negra volteó a ver a la loba miel, y la del final asintió, haciéndole saber a la del inicio que estaba bien reducir la marcha. Terminaron por detenerse en su totalidad, justo en frente del tronco de un árbol talado hacía tiempo atrás.
"¿Por qué nos detenemos?, ¿ya llegamos?" pregunta el pequeño después de haber jugueteado un rato con una rama y haber intentado distinguir los nuevos olores de ese lugar. Todos miraban a la madre del cachorro, esperando una respuesta.
Thalula respiró hondo, intentando captar todos los aromas que había a su alrededor. Ellos estaban por llegar, y lo sabía; ella se encargó de que así fuera.
"Así es, ellos llegarán pronto" respondió tanto a la duda de su pequeño como a la del resto de su manada.
Por primera vez, la primera omega habló.
"¿Debemos de prepararnos para algo, alfa? " y a esa dulce voz, las orejas del menor de los adultos se levantaron, alarmadas; en el tiempo que Christopher llevaba en la manada, nunca le había tocado participar en una batalla activa, si bien antes por haber sido demasiado joven, ahora estaba en edad y un ligero temor a la lucha persistía desde que consiguió cierto rango, ya no sólo el mayor de los cachorros, pues no era desconocido para nadie que Christopher en su forma lobuna era imponente.
Jandiara se alzó la cabeza al no escuchar respuesta de su reina, y dejó atrás la tarea de acicalarse para meterse de nuevo en su papel principal, ser la segunda al mando de la manada.
