Todos creen que sólo existen los cuatro dragones (Blanco, Azul, Verde y Amarillo) los cuales lucharon para proteger a el rey Hiryuu quien fue el primer rey de Kouka, pero muy pocos saben la verdad que está detrás de esa historia...no sólo estuvieron...
En una noche donde las gotas de lluvia golpeaban fuertemente el suelo y el viento soplaba con gran fuerza sacudiendo los árboles con ímpetu. En medio de aquel vasto bosque se encontraba una pequeña niña peli-morada con todo su cuerpo empapado por aquel aguacero que caía sin cesar ni un poco su intensidad. Su mirada estaba vacía sin un poco de brillo en ellos, con algunas manchas de sangre que se extendían en su vestido color crema, con su pelo mojado pegado a su cara. Fue caminando pausadamente por lo largo del oscuro y desolado bosque hasta caer de rodillas en aquel frío suelo hiriendo sus rodillas al caer de golpe. La pequeña al no soportar más su peso gracias al cansancio físico y emocional, dejó caer su torso apoyando sus manos en el lodoso suelo así evitando el lastimarse. La pequeña niña empezaba a ver todo a su alrededor borroso y estaba a punto de perder la conciencia.
- ¡¡¡No me rendiré ante nadie, te lo prometo!!!-... -Gritó con todas sus fuerzas apretando sus puños golpeando el suelo debido a la impotencia, hasta que calló inconsciente dejando a mitad la oración previa.
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En otro lugar no tan alejado de donde se encontraba la pequeña inconsciente se encontraba unos hombres a caballo. Hasta que el mayor de todos levanto su mano derecha indicando que pararan a lo que obediente hicieron.
- ¿Qué ocurre Mundok-sama? -Preguntó uno de los tres hombres presentes mirando con intriga al mayor, que veía inquieto al panorama que los rodeaba.
- Siento que hay alguien ahí afuera que necesita ayuda -Explicó este con la mirada clavada entre los arboles, hasta que sin previo aviso tiro de las riendas a su caballo alejándose de los otros dos que no esperaron para seguirle el paso. -[¿Qué es este sentimiento de impotencia y una tristeza profunda?]- Pensó el hombre llamado Mundok.
El hombre seguía con su búsqueda sin explicación, y les ordenó a los otros dos que buscarán por los alrededores para ver si encontraban alguna irregularidad por la zona a lo que obedientes fueron en busca de esa "irregularidad", Mundok tampoco se quedo de brazos cruzados ya que todavía lo inundaba esos sentimientos inexplicables que cada vez se hacían más débiles y eso le preocupaba, pero...¿por qué? Ni él mismo lo sabia.
Este iba cabalgando metido en sus propios pensamientos hasta que a lo lejos diviso una extraña figura y algo confundido se acerco, encontrándose con una pequeña niña de unos 7 años de edad con heridas tanto graves como leves a través de su pequeño y pálido cuerpo, él sin pensarlo dos veces la cargo entre sus brazos rápidamente notando la carencia de calor en esté, y así montandola con el en su caballo para galopar velozmente encontrándose con los otros dos hombres en el camino. Que no esperaron explicación y siguieron a el mayor hasta llegar a la entrada de una aldea, donde al bajar todos los presentes lo saludaron felices de su llegada, pero la sonrisa de todos desapareció al ver a la pequeña niña con graves heridas en brazos del general.
