Prólogo

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Se escuchaba el furor del público que había viajado desde tan lejos solo para ir a ver este espectáculo. Mi corazón latía a mil por hora y no paraba de mirar hacia los lados en busca de aprobación de mis compañeros. El comentarista comenzó una charla apenas audible para mí. Los gritos se intensificaron. Había llegado la hora...

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La voz de los espectadores retumbaba sobre el campo de batalla. Sabía que ya faltaba poco. Había logrado llegar a la final. Podía decir que, en cierto modo, saboreaba la victoria.

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Mis oídos no podían más. Se escuchó un :

¡Qué comience la final del torneo MOBA!

Fuimos teletransportados al lugar de inicio. La estrategia ya había quedado clara. Una estructura que ni de lejos me gustaba, pero que le iba a hacer. Dos de mis compañeros se dirigían hacia el centro. Otros dos hacia la línea inferior. Yo me dirigía a la línea superior. No era de extrañar. Siempre lo hacía ya que yo iba generalmente sola. Aunque es cierto que después alguno apoyaba al equipo yendo al "Jardín de la vida", lo cual me aliviaba, ya que yo no era la única solitaria.

Me dirigí hacia mi lugar. El suelo estaba embarrado, por lo que el caminar se dificultaba, y más aún con el gran peso de las dos espadas que portaba. Pero no era la única. Alguien se quejaba de la fuerte lluvia que había más adelante. Me escondí para revisar al rival. Era un tirador con clara ventaja en una situación así. Decidí esperar a que pasara por mí lado para tenderle una emboscada. Tras eso fue fácil derrotarle. Una vez se desintegraba dispuesto a renacer me acordé de las palabras que alguien me advirtió.

-Ten cuidado. Sois un equipo poderoso. Pero los contrincantes tienen su "pieza maestra".

Aunque no puedo recordar quién es, pues me habló cuando estaba rodeada de público tras la última victoria. ¿Era acaso esa su "pieza maestra"? No lo creo. Aún había 4 personas que aún no había conocido. Continuaba mi camino un poco dudosa. Ya contaba con algo de ventaja, pero si había algún jugador que me iba a detener debería tener cuidado. Poco después de caminar por un minuto, me encontré con una majestuosa torre. Se notaba que no habían reparado en gastos. Eran górgonas, como en el resto de batallas, pero bien diseñadas con joyas de gran valor. Para mí las torres no eran algo a lo que temerle, pues una de mis habilidades consistía en la destrucción de estas. Fueron unos largos 5 minutos, en estos incluidos un ataque del arquero (si es que eso era un arco, la verdad es que muchos inventan sus armas) que se acercó a mí, pero se quedó pasmado. Revisé mi radar rápidamente. Mis compañeros también lo habían hecho bastante bien, ya habíamos derribado una torre en cada línea. Ví que mis compañeros hablaban sobre la inactividad del grupo. Me reí levemente y continué dificultosamente hasta la segunda torre, derribada en tiempo récord para mí. ¡Qué fácil! Pero entonces miré el radar. La torre central estaba perfectamente hasta que... Se destruyó. De repente. Si eso era la carta maestra, debía darme prisa. Avancé, y destruí la última torre antes del "Desafío Final". Cuatro del equipo contrario me trataban de vencer. Qué pena que fue de uno en uno. Me dispuse a abalanzarme a por el trofeo atacando a el "Desafío Final", pero una voz me detuvo.

¡Fin del torneo!

Me desplomé en el suelo. ¿Que había ido mal? Fuimos retirados y puestos los unos en frente de los otros. Nos dirigimos el típico "¡Buen partido!" mientras repartían las recompensas y se decidía al mejor del grupo. Como siempre, en mi grupo fui yo. Creo que por eso me mandan ir sola. El mejor del equipo contrario, y por tanto, del combate, fue un chico que no había visto antes. El que quedaba del grupo. Todos se empezaron a marchar, menos el chico y yo. El tan solo me sonrío para después hablarme.

-¿Sabes el motivo de tu derrota?- Bajé la mirada. -No fuisteis cuidadosos. Y tampoco os disteis cuenta de mi poder. - Eso llamó mi atención. - Mi habilidad es que por cada muerte de equipo, propia o ajena, mi fuerza aumenta una barbaridad.

-Así que por eso no reaccionaban...

-En fin. Que yo soy el ganador. Estaba preocupado porque me advirtieron de tu poder, pero ahora veo que yo soy el mejor. - Empezó a abandonar la sala, no sin antes decir. -Hay una espada que anula mi habilidad en toda la arena, además de poseer otras numerosas ayudas. Pero no sé dónde está. -Me dirigió su última sonrisa y se marchó...

El no había especificado si se encontraba en este mundo o no. Aunque creo que era obvio. Aquí solo estaban los lugares para batallar, lugares de descanso, compra de armas, entrenadores de habilidades comunes, banquetes para los héroes y poco más, ningún recoveco para esconder algo así. Cerca de aquí estaban el mundo de las aventuras y el mundo "puzzle". Tenía amigos allí. Tal vez me pudieran ayudar...

No lo pensé más. Hay demasiados competidores, por lo que el siguiente torneo empieza en 8 meses, 4 meses de eliminatorias, y la final, y tenía claro que ellos iban a volver a participar. Debo estar preparada. Cogí algo de equipaje. No era mucho, ya que yo no debía alimentarme gracias a haber nacido en este lugar, donde lo único importante son el combatir para mejorar y la estrategia. Es cierto que se dan banquetes, pero no es necesario. Así que, lo único que llevaba eran mis espadas, un botiquín, y una tienda de campaña, por si no llegaba en el primer día, a pesar de que el viaje era corto. Miré hacia la lejanía. Realmente el combate había sido de día y con fuertes lluvias, pero pensar en la próxima victoria y lo que me costará llegar a ella hizo que el tiempo volara. Me hacía mirar hacia el precioso amanecer.

•° Never in afk °•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora