▶ 02: Sciens periculo.

8 1 0
                                    

- Sígueme, príncipe Jin - La voz de este demonio resonaba en mi mente. Mi cuerpo no respondía y me perdía cada vez mas en esos ojos oscuros que me observaban desde la sombras de este bosque encantado. - Déjate llevar por mi... Yo no te voy a hacer daño. - Una sonrisa siniestra apareció en sus labios, mientras apretaba con mas fuerza mi mano y provocaba que miles de escalofríos recorrieran mi cuerpo.

- ¿Que quieres de mi? - Dije tratando de soltarme del fuerte agarre de aquel demonio.

- Quiero tu cuerpo, alma y corazón, Jin. - Dijo el demonio con una voz bastante grave, mientras se acercaba a mi rostro viéndome con detenimiento.

Logre apreciar exactamente sus ojos, que se oscurecieron cada vez mas, llenándose estos de un color totalmente negro. Sus enormes alas se extendieron en su totalidad, dejando ver las hermosas plumas tan oscuras que tenían, siendo unas alas de un color mas oscuro que la noche.

La joya que llevaba colgada en mi cuello cada vez se oscurecía mas, y pequeñas grietas se formaban en su interior. Mi piel se volvía completamente negra, y mis ojos, comenzaron a adquirir un color negro, dándome a entender que sin duda, la muerte estaba frente a mi.

- Jamas tendrás algo de mi... Solo suéltame, es inútil lo que estas haciendo. - Dije con lagrimas en los ojos. El terror se apodero de mi en un instante... Sabiendo que moriría en ese lugar, a manos de ese horrible demonio.

- Te equivocas, lindura. - Coloco la mano que tenia libre en mi mejilla, para que después con su garra, me hiciera un corte en esta, haciendo que la sangre brotara de inmediato. - Yo siempre obtengo lo que quiero... Y si lo deseo en este mismo instante te puedo arrancar el corazón. Te recomiendo que cierres la boca si no quieres morir en este mismo instante. - Me miro con sus ojos, que obtuvieron un color totalmente negro.

- Basta por favor. - Dije comenzando a llorar, desesperado de saber que estaba a nada de morir.

- Sabes algo... Sera mas divertido dentro de tres días, lindura... Lo disfrutaremos bastante... - Soltó una risa bastante escalofriante, y de un momento a otro, chasqueo los dedos y me encontré tirado en el suelo... No sentía ni sabia nada, simplemente mi cuerpo no respondía... Ahora me encontraba atrapado en ese oscuro bosque encantado.


( . . . )


Recupere mi respiración poco a poco, sintiendo el viento abrazando mi cuerpo y unos rayos de sol iluminar mi rostro. Comencé a abrir mis ojos lentamente y sentí una corriente cálida de agua sobre mi cuerpo. Al abrir por completo mis ojos me di cuenta de que me encontraba en un río.

- ¡Príncipe! ¡Hola! - Escuche una voz muy dulce hablándome. Al darme cuenta de quien hablaba, vi a un chico de cabellos rubios haciendo una reverencia para mi, aquel chico de hebras rubias tenia unas alas blancas bastante hermosas, sin duda las hermosas alas de un ángel puro. - ¿se encuentra bien? - Dijo preocupado, acercándose a mi con una voz melodiosa.

- Hola... - Dije mirándolo un poco confundido. - ¿Quien eres? - Dije tocándome la cabeza que me dolía un poco.

- Oh... Discúlpeme. Mi nombre es Jimin, soy un ángel del bosque encantado. Iba camino al castillo y lo encontré tirado en el suelo, y me preocupe aun mas al ver su mano... Por eso decidí traerlo aquí. El agua de este río es mágica y curativa, por eso su mano ya se encuentra bien. - Me sonrió tiernamente y se metió al río extendiéndome su mano - ¿Quiere salir? - Me sonrió.

- Esta bien - Sonreí tímidamente y tome de su mano, me levante de ese rió y observe mi mano, que como el ángel lo dijo, había sido curada en su totalidad, quitando el color negro que esta tenia. - Muchas gracias. -

【Save The King】 - NamJin - Samantha Castro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora