-¿Otra vez tú?
-Sí, soy como un perfecto desconocido que reitera siempre en lo mismo y que, pase lo que pase, suceda lo que suceda, caerá eternamente sobre la misma piedra.
-¿Otra vez tú?
-Sí, ¿no? Espera un segundo, ¿de verdad piensas que soy una persona análoga a mi yo del pasado? ¿Ese guineo que te dijo que dejaras de leer en todo momento porque no había nada que contar? Aún me avergüenzo de ello... Bueno, aunque te cueste creerlo, he madurado. ¿Increíble, verdad? Siempre tan callado, siempre tan sumiso...¡Me pudieras confundir con una estatua! O con una mujer del siglo XII...
-¿Otra vez tú?
-¿Sabes? En ocasiones, me gusta hacer cosas fuera de lo normal. A veces, por ejemplo, hablo conmigo mismo para sentirme mejor. En otras pienso sobre el amor y me dio cuenta de que nunca he querido a nadie tal y como es, simplemente, he amado su reflejo, a la idea que tenía de esa persona, no lo que era. Será pues que nunca amaré a nadie... ¿Qué se le va a hacer? Me dijeron una vez, ¿crees que tiene solución? ¿De verdad crees que mejorará, que pasará de la locura a la cordura de un momento a otro? La verdad, nunca entendí nada.
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No existe un final
Short StoryA nadie le gustan las segundas partes. No te preocupes, a mí tampoco.