Locura

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-¿Otra vez tú?

-¡Menudo sacrilegio me ha tocado contigo!¡Ni que fueras una mujer! Sí, otra vez yo. Ahora vendrá la parte donde yo te vuelvo a relatar una de mis inútiles historias, volverás a cuestionar mi deseo de estar aquí y esto se volverá un bucle infinito de preguntas y respuestas sin sentido. Bueno, te contaré una cosa, pero no se lo digas a nadie, nadie debe saberlo jamás. Estate callado porque si lo cuentas, sabrás realmente lo que es el dolor. No pienses erróneamente antes de entender mi historia. Simplemente escucha y estate atento, nada puede ir mal si sigues estos simples pasos. Una vez me dijeron que no servía para este mundo, que no valía la pena seguir luchando por mí y que, pasara lo que pasase, me dejaran ir por mi propio camino... ¡Y aquí estoy! Hablándote a ti, al nuevo mundo y coronándome en el estrellato. Ya, sé que soy muy modesto conmigo mismo; sin embargo, un poco de caridad cristiana nunca viene mal ¿no? El caso es que quería preguntarte algo: ¿De verdad piensas que el caminante hizo su propio camino simplemente con sus huellas?¿Crees en serio que existe una locura alegre igual a la de los pájaros?¿Todavía estudias el porqué de existir luego de pensar? Son todos una sarta de patrañas y mentiras que te hacen confundirte y crean un velo sobre tu corazón que acaba distorsionando la realidad.

Siempre me he definido como un ingenioso hidalgo en busca de aventura. Si me conocieras, sabrías que él y yo somos idénticos, hermanos, gemelos, podrían confundirnos por "twins". Pero él se dejó llevar por los gigantes, ¡peliagudos gigantes! Y por supuesto, acabó mal, muy mal. Si yo hubiera estado allí, ¡ay¡ si yo hubiera estado allí... ¡Buena tunda le pegaba yo a esos impresentables! Y, después, como un héroe regresaría y a todas las mozas tendría encandiladas... Pero no lo hice. Simplemente, me quedé parado viendo como sufría, se retorcía, gritaba; como en un cuento de Poe.

-¿Otra vez tú?

-¿Sabes? Algún día te acordarás de esta conversación y dirás: "¡Qué corta!" Sí, no te lo voy a negar: no hay más detrás te Käi Arum. No obstante, te darás cuenta de cosas nuevas, de mensajes ocultos, de teorías que harán volar tu imaginación. Después te podrás enfadar conmigo, con la autora o ,incluso, contigo mismo por no lo haberlo visto antes; sin embargo, mientras tanto, disfruta del regalo que te he dejado en forma de pequeño relato: una nueva reflexión.

No existe un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora