CAPÍTULO 7 Guía De Que Hacer Cuando Tu Profe Pasa A Ser Un Demonio [En Edición]

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"El [dios] estaba furioso. Las plantas se marchitaron. Los terremotos sacudieron las ciudades. Las pandemias azotaron a las personas. El sol dejó de brillar y la oscuridad asomó a todo el mundo."

                                 ¦¦¦

Entonces, Zyval había estado en situaciones bastante extrañas en su vida. Una vez, rompió accidentalmente un jarrón super caro que se suponía que era la reliquia familiar de un conde y había tenido que huir de todo su ejército de soldados y magos. En otra ocasión, había estado de vacaciones indefinidas y se había caído en el regazo de Shicmuon. Como no se había dado cuenta de que estaba allí, era más allá de su comprensión, pero sin duda había tenido un duro momento escapando —ella se sonrojaba cada vez que recordaba tocar sin querer sus abdominales—. Incluso hubo un momento incómodo en que la mitad de Opion se le declaró por culpa de una extraña poción de amor —y la mayoría eran mujeres—.

Pero esto, no era algo que se explicara racionalmente. Solo fue muy raro.

En un momento estaba huyendo de la sombra tenebrosa y en el otro sentada en suelo infertil sin nadie a la vista.
Ella sintió algo extraño en este lugar. Y no era la forma en que se sentía observada.

El mana aquí era escaso, sino inexistente. Todos sabían que las plantas y animales tienen al menos un poco de energía mágica, pero parecía que esa teoría era puesta a prueba aquí.

"No puedo encontrar el mana de Rood. Es como si hubiera interferencias."

Miró cuidadosamente al suelo arenoso y rojo donde había caído. En el momento en que Zyval cerró los ojos y los volvió a abrir, una capa cálida de mana dorado la envolvió como el abrazo de un abrigo en pleno invierno.

Las vibraciones se hicieron cada vez más perceptibles cuando un demonio de alto rango salió de debajo de su cuerpo.

Bueno, por lo menos no estaría aburrida.

Zyval dirigió atenta y cautelosamente la mirada a su entorno. Al ver que no había ningún ser más —era una reacción lógica después de los 35 demonios—sonrió aliviada.

No era que no se hubiera enfrentado a tantos oponentes otras veces, de hecho, un solo Shicmuon ya valía por millones de ellos; no obstante, eso no mejoraba nada.

Si tuviera que decir lo que más odiaba de los demonios, sin duda sería...

... Eran feos de cojones.

Cualquiera que hubiera visto a un demonio concordaria en que no eran agradables para la vista; después de todo, los demonios no eran conocidos por ser bonitos precisamente.

"Tengo que darles un punto. Ser guapo o guapa no te da la ventaja en una batalla. Esos tipos eran los más propensos a morir primero".

Otro monstruo salió del suelo justo cuando estaba distraída. En un acto que pensó su cuerpo antes que su cabeza, cortó los ojos de la bestia y luego le ensartó la cabeza. No se inmutó cuando la sangre azul salpicó en su rostro.

De hecho, el paseo era bastante agradable, si eras fan de los lugares lúgubres. No hacía ni calor ni frío, solo una leve brisa que daba cosquillas y que atraía gritos desde varias partes de lo que esperaba que no fueran personas.

"¿Habrán supervivientes para el final del día?"

De alguna manera dudaba rotundamente que los estudiantes sobrevivieran sin ningún tipo de protección.

-¿¡Como diablos se supone que voy a encontrar al tal Lapis no se que si no puedo encontrar a ningún maldito adolescente aquí?!-

Se agarró la cabeza con las manos y sacudió su cabeza.

"Es definitivo, quiero irme este lugar".

"Ishuella, la tierra prohibida. Ishuella, la tierra sin magia."

"Qué maravilloso".

                          [🌸🌺💮]

Blow miró hacia el cielo. Rojo. Absolutamente nada extraño. Apenas podía creer que estuviera en Ishuella, la tierra prohibida.

Saltó del árbol ennegrecido en el que estaba sentado y aterrizó graciosamente en el suelo. Una especie de neblina se extendía por la tierra, como tal, todo estaba húmedo y el aire se sentía desagradable en contacto con la piel.

Él detestaba en particular no saber por qué ni cómo había llegado allí. Bueno, eso último no es del todo correcto teniendo en cuenta que sabía que había venido aquí a través de un líquido negro unido a magia de teletransporte, pero aún así.

Esto le recordaba a todas las misiones desagradables que tenía que hacer para—en opinión del Maestro, no la suya—mejorar su resistencia y experiencia. ¡Vaya tontería! Como si tener que lidiar con el hombre no fuera lo bastante agonizante como para luego tener que lidiar con tonterías.

Lo primero que hizo Rood después de caer en el lodazal negro —que de alguna manera le había hecho el [despertar] sin que él supiera—fue examinar su entorno. Lo segundo que hizo fue intentar hablar con su maestro y sabiendo que Zyval no se acordaría de que ella tenía una bola de cristal que casualmente podía ser rastreada por el maestro de Opion, le preguntó sobre su ubicación.

De ninguna manera quedó sorprendido cuando la vió cerca de cadaveres cortados limpiamente.

Sí, Rood iba a arrepentirse de este viaje. Bastante.
                        [🌸🌺💮]

Tener que proteger a los estudiantes de un demonio de alto rango que anteriormente era el profesor Heil—por mucho que bromeara con él, muy en el fondo a Zyval le caía bien—no era exactamente lo que la joven de cabello rubio tenía planeado. Claro está, ya sabía que algo iba a salir mal, pero no que iba a ir tan mal.

"Pero como siempre, el mundo tiene algo en contra de mí. Nada puede salir normal en lo que la gente llama excursión si yo estoy presente".

Se sintió profundamente enfadada ciando oyó las palabras del prof... -no, del [demonio].

-Artian, voy a ser bueno y te dejaré tomar una decisión. Con la mano con la que estas sosteniendo a Hadelio, si tu lo dejas ir, el resto de los estudiantes aquí...
Sobreviviran. -Cada estudiante que antes había ignorado a Artian, ahora lo miraban con temor y esperanza. Tal hipocresía.

-Pero si tu no quieres y eliges salgar a Hadelio, el resto de los estudiantes serán aplastados por esas rocas- dijo el demonio con una sonrisa. Lidusis se sentía enfermo, cada momento era un sufrimiento. Ojalá volviera a esos momentos de su infancia, los que le traían una sonrisa o le hacían llorar, no obstante, por lo menos eran sus momentos, sus elecciones.

-¿Los salvaras a ellos? ¿O salvaras a Hadelio? Toma una decisión-

"¿Cómo se atreve?"

-¿Decidir quién vive o muere, quién te crees que eres...?- su voz resonó en el paisaje desértico como el canto de un fénix, infundiendo valor y curando las heridas del alma. Lidusis miró la espalda de su salvador. Si te fijabas era como si pudiera romperse con un solo movimiento del viento.

"Este tipo, este demonio..."

Sintió una mano confortante en su espalda y se dió la vuelta. Negro y azul llenó su visión. Por primera vez, se sintió cálido en su interior. La maga dorada y el mago negro se pararon juntos, formando una barrera invisible.

"No lo permitiré. Ese momento..."

-Algo como eso... ¡Es tremendamente innecesario!- Si Zyval quedó sorprendida por la exclamación del mago negro, no lo demostró por fuera. Su mana se unió al negro, formando un precioso color plateado.

Ella sonrió.

-... ¿Verdad, Lidusis?-

"No dejaré que pase de nuevo"

Green Eyes [Un Fanfic de Black Haze] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora