☣ 𝙉𝙚𝙤 𝙜𝙤𝙩 𝙢𝙮 𝙗𝙖𝙘𝙠 ☣ | ɴᴄᴛ × ᴄʜᴇɴʟᴇ

𝙉𝙚𝙤 𝙜𝙤𝙩 𝙢𝙮 𝙗𝙖𝙘𝙠

Jisung miró inmediatamente atrás, pero ya no había nadie. Entonces decidió abrazar a Chenle para brindarle protección y darle a entender que todo estaba bien.

—Vámonos de aquí, Chenle. Este sitio da muy mala vibra...

—Está bien...

Entonces se levantaron del banco, Chenle ya estaba bastante asustado y a cualquier sonido le daría un paro cardíaco.

—No te asustes, Hyung... No hay...

Eso es lo último que escuchó antes de sentir algo cubrir su nariz y notar como su consciencia desaparecía en cuestión de segundos.

(...)

Narra Chenle:

Tenía la cabeza que me iba a estallar... Lo primero que noté es una sensación que me suele ocurrir cuando me levanto de algún sitio demasiado rápido. Un mareo intenso por unos momentos, pérdida temporal y notable de vista así como un inmenso ardor bailando por mi cabeza.

Cuando me estaba recuperando noté que estaba atado y tumbado en una cama.

—El criajo ya ha despertado... Ya era hora bello durmiente — Lo primero que oí. No sabía siquiera que habría alguien. Bueno, directamente no sé qué demonios había pasado.

—¿Q-quiénes sois? —dije casi tartamudeando. Las cuerdas estaban tan apretadas que me costaba trabajo respirar.

—No te debería importar quiénes somos, si no lo que te hagamos.

—¿Qué queréis de mí...?

—Pues lo típico que quieren todos los criminales... Dinero o sexo, o ambas cosas...

—N-no tengo di...

—¡Pedazo de billetes que tiene este niñato aquí guardados! —exclamó otro hombre sacando el dinero que me llevé en la escapada—. Por no hablar del teléfono que tiene..., niño, ni tú te crees que tienes este móvil.

Cuando lo miré fijamente me di cuenta que era la persona que me estaba observando desde la ventana estando con Jisung. Tenía cabellos castaños, era bastante guapo. Su mirada se clavaba en lo más profundo de ti.

—Este niño es todo lo que buscamos... Aparte que por lo que he podido ver es bastante bueno con la lengua... —dijo el castaño acercándose peligrosamente a mí.

—N-No se acerque por favor...

—Ay... Pobrecito... ¿Qué vas a hacerme si lo hago?

Su mano se colocó en mi muslo a manosearlo descaradamente. Me estaba sintiendo realmente incómodo, pero no podía hacer nada.

—¿Q-qué ha pasado con Jisung...? ¿¡DÓNDE ESTÁ?!

—Jisung... —susurró uno pensativo.

—¿Te refieres a ese palillo cobarde que se fue corriendo dejándote solo? Pues supongo que estará en su casa —dijo el aparente líder del grupo.

Él era probablemente la persona más bella que haya visto en mi vida, la masculinidad y contradictoriamente la delicadeza salía de sus poros. Seguramente Dios habrá esculpido con cuidado esas facciones tan perfectas. Lástima que el diablo le haya dado la personalidad.

Era un joven de voz penetrante y ronda por los veinte años, tenía los cabellos rojos y una ceja partida. Creo que me enamoré de él a primera vista. No me importaría que me torturasen si él fuera mi sado... Espera... ¿¡EN QUÉ ESTOY PENSANDO?!

 —En realidad le gusta esto, mirad ese Mini bulto.

Todos se rieron, enseguida desataron a Chenle pero obviamente no pudo escapar pues lo agarraron entre todos.

—¡¡¡DETENEROS POR FAVOR!!! ¡¡¡SE LOS SUPLICO!!! —chillé a todo pulmón. Creía que se me iba a romper la garganta.

—¡¡AY, CÁLLATE!!

Me llevé una patada en toda la cara que me tiró al suelo de una. Creo que me empezó a salir sangre de la boca y la nariz.

—A ver, supuestamente lo habíamos secuestrado para violarlo y pedir dinero por su rescate, no para golpearlo... —dijo al parecer el más joven.

—Cállate, Mark.

—¿M-Mark? —dije con el líquido rojizo con sabor a hierro saliendo de mis labios.

Él al parecer reaccionó rápido ya que sus ojos se abrieron expresando sorpresa.

—¿¡Conoces a este niño?!

—Esto... Éramos amigos en el instituto antes de que lo dejara... No lo había reconocido —reconoció.

Miré fijamente a mi ex compañero, había cambiado en todo, no solamente en el físico. Ahora resulta que el chaval que tenía un gran futuro musical ahora no es más que un mísero criminal. ¿¡Y SI ESTE ES EL TAN FAMOSO GRUPO DEL QUE SE ESTÁ HABLANDO TANTO?!

—Dime, mocoso. ¿Eres virgen?

Asentí sonrojado sin decir ninguna palabra, él me sonrió maliciosamente y su mano se metió dentro de mi camisa.

 —Pues no por mucho tiempo...

Continuará...