"Algunas cosas sobre enamorarse, amar, perdonar y vivir"

"Finalmente"

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, estos son totalmente de la serie animada Voltron Legendary Defenderder y por lo tanto los derechos de estos pertenecen a Deamworks, Estudio Mir y a sus creadores Lauren Montgomery y Joaquim Dos Santos.

Este fanfic es totalmente de mi autoria, basándome en la serie Voltron Legendary Defender, favor de no resubir y solo compartir.

Advertencia: Esta historia se desarrolla a partir del final de la temporada 7, así que la mención de spoilers será inevitable.

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Capítulo Único

Era un tanto difícil ordenar los acontecimientos recientemente vividos cuando estos tenían que ver con salvaguardar el bienestar de todo un planeta y como equipo, todos los pilotos que conformaban Voltron habían experimentado una a una toda una serie de adversidades que habían tenido que superar a medida que esta se les presentaba, porque un error significaba perder y esto conllevaba la pérdida de miles de vidas y es así como estaban en una constante lucha contra Sendak, un enemigo que sin duda los llevó hasta el límite de sus capacidades y que fuera difícil era algo que contemplaban, lo que definitivamente ninguno había previsto es que luego de acabar con Sendak una nueva amenaza se presentara casi al instante, poniendo a todos en riesgo al ignorar la identidad de su misterioso enemigo, eso los ponía en desventaja pero no por ello se les permitía quedarse atrás, así que una vez más libraron una feroz batalla aún con el latente nerviosismo de no saber como combatir contra este extraño titán metálico con evidente tecnología alienígena, pero la suerte se puso de su lado cuando inesperadamente contaron con el apoyo de un nuevo aliado, "Atlas" la nueva nave se había transformado en un segundo gigante mecánico, sus posibilidades de ganar aumentaron, pero no por eso fue más fácil, este nuevo enemigo parecía contar con tecnología que podía competir contra el poder combinado de Voltron y Atlas pero afortunadamente todo llegó a su fin cuando una vez más los pilotos de Voltron uniendo sus habilidades, su valentía y sus deseos de proteger a todos lograron vencer no sin antes verse en riesgo en el proceso cuando los leones se separaron y se dispersaron estrellándose en diferentes zonas donde el estado de los pilotos era desconocido.

Tras una misión de rescate fue posible trasladar a todos los pilotos de Voltron a las instalaciones de la Garrison, donde fueron tratados en el área médica y puestos a descansar para recuperarse, estaban a salvo y fuera de peligro, sus heridas no era nada que pusiera sus vidas en riesgo, pero no por ello aquellos que los apreciaban parecían menos preocupados. La familia de Lance inmediatamente acudió a verificar el estado de este confirmando que el moreno se encontraba bien, lo suficiente como para juguetear con sus sobrinos cuando estos saltaron directamente a su cama a abrazarlo, el sentimiento de alivio fue contagiado en todos los presentes, Verónica se unió más tarde luego de terminar con sus deberes como parte de los altos mandos, el lugar era un caos por todo lo acontecido así que debían estar en constante movimiento yendo de aquí para allá porque era requerida, pero eso no iba a impedir que fuera a verificar que su hermanito estaba sano y salvo y así fue, en cuanto lo vio le propino un puñetazo en el hombro y luego de un sonido de quejido por parte de Lance el abrazo no se hizo esperar, ellos eran muy unidos, algo como perder a Lance no se lo perdonarían.

Los padres de Katie también se presentaron al instante, la señora Collen Holt no iba a permitir que la separaran de su hija una vez más, ella anhelaba poder tener reunida a su familia una vez más y allí estaba la joven Katie, la cual se hacía llamar Pidge, lucía agotada pero ansiosa, eso de estar en cama sin hacer nada no era lo suyo, más tarde se unió a ellos la inesperada presencia de Matt Holt acompañado de su peculiar pareja, esta vez sí estaban todos reunidos y esto significaba verdadero alivio para Collen, ver a sus dos hijos a salvo mientras se abrazaban....o eso hasta que la más joven comenzó a forcejear para alejar a su hermano, un abrazo no era tan reconfortante cuando le apretaban de las costillas que podían estar rotas.