único

32 7 4
                                    

Mi vida ha sido promedio, cuando mucho.

Crecí en una familia de dos chicos y una mujer. Éramos mi hermano mayor KyungSoo, yo y mi hermano menor JongDae. Tuvimos una infancia típica, supongo. KyungSoo era popular, con su cabello castaño, ojos expresivos de un color avellana y su piel clara.

Yo no era demasiado inteligente. No era fea, pero tampoco destacaba. Tenía un grupo de amigos pequeño. Era promedio.

Pero idolatraba a mi hermano.

KyungSoo era todo lo que yo nunca iba a ser. Tenía amigos, muchos amigos. Tenía una línea de novios que empezó desde que sus once años. Siempre había un chico o chica, algún drama o historia que contar. Él se llegó a cansar, pero yo lo gozaba.

KyungSoo me amaba también. Éramos muy apegados de pequeños. Mamá y papá me amaban, claro que sí, pero no me notaban de la manera en la que lo hacían con él y JongDae. Porque no había nada de especial en mí, no realmente.

Pero KyungSoo no lo veía de esa manera. Verán, él me prestaba atención. Me hacía cambios de look y me enseñó sobre el maquillaje. Solía llevarme de compras con sus amigos populares y me mostraba la mejor ropa que podía utilizar para que luciera genial. Me revelaba todo acerca de su vida asombrosa y reluciente, me escuchaba cuando encontraba alguna contribución pequeña que hacer a nuestras conversaciones.

Pero, a veces, la vida no es promedio. A veces no es típica. Cuando KyungSoo tenía dieciséis y yo tenía trece, fue encontrado en su habitación con un bote de pastillas derramado a su lado.

Ni siquiera creo que se molestaron con una investigación. Lo que había hecho era claro, aunque nadie entendió por qué. La vida puede ser graciosa en ese sentido. A veces, quienes parecen ser los más felices son quienes sufren más.

Fue un tiempo muy difícil para mi familia. Mucho más para mi papá. Pero la vida siguió. A medida que crecí, aprendí a amar mi vida promedio. Fui a una universidad estatal para estudiar periodismo, en donde conocí a mi esposo, JongIn. Nos casamos tan pronto como salimos de la universidad. Fui contratada en un periódico local y él obtuvo un trabajo de oficina en una compañía a solo unos bloques de distancia. Nuestra vida era dichosa, bella y ordinaria.

Así fue, al menos, hasta que me embaracé.

Entonces, una noche, tuve un sueño terriblemente real, terriblemente extraño. Me encontraba en mi vieja habitación de la adolescencia, sentada en el edredón de mi cama hasta que entró KyungSoo. Se subió a la cama; jugaba con un bote de pastillas vacío. Me miró a los ojos.

Desconozco el motivo, pero me desperté gritando. Para ser honesta, no había pensado mucho en él por años, y nunca había tenido un sueño como ese. JongIn se despertó para tranquilizarme, pero ya me había encaminado al baño. Vomité en el retrete por alrededor de veinte minutos, pensando en las pastillas y mi hermano ya fallecido.

Ese día me hice una prueba de embarazo; salió positiva. Mi esposo y yo estábamos extasiados. Celebramos con una cena formal. Llamamos a nuestros padres, quienes también estaban increíblemente emocionados. Discutimos nombres de bebé, su cuarto y todas las cosas que podrían asociarse a un recién nacido. Nos acostamos tarde, exhaustos pero felices, abrazándonos como novios, soñando acerca de pequeños querubines danzando en nuestros brazos.

Me desperté para encontrar a mi hermano parado junto a nuestra cama. Si la noche anterior fue aterradora, no te puedes imaginar cómo se sintió esto. Ahí estaba, KyungSoo, el KyungSoo real y no muy vivo. Me observó desde su altura. Extendí mi brazo; casi daba la impresión de que podía tocarlo. Pero se dio la vuelta y salió de la habitación.

Desde ese día en adelante, él estaba ahí siempre.

Se encontraba parado a un lado de mi cama cuando despertaba por la mañana. Me seguía al trabajo. Me veía escoger ropa de bebé, señalando ocasionalmente uno o dos productos que le gustaban en especial.

Siempre estaba ahí. Por supuesto que pensé en contárselo a mi esposo, ¿pero qué le iba a decir? ¿Qué su esposa promedio estaba a punto de perturbar su vida promedio con una nueva habilidad para ver a los muertos? Improbable. En su lugar, lo consideré como una experiencia peculiar y extraordinaria en una vida que de otra forma era ordinaria.

Además, lo disfrutaba, de alguna manera. Aquí estaba mi hermano quien se había ido hace mucho de mi lado. Mi mejor amigo de otra época. Era reconfortante tenerlo cerca a medida que mi estómago se hacía gordo y redondo, y que empezaba a andar de arriba para abajo tratando de controlar mis emociones.

A veces, él ponía su mano en mi estómago para sentir al bebé. Cuando lo hacía, el bebé empezaba a patear. Cuán tranquilizante era saber que mi bebé compartiría un vínculo especial con KyungSoo.

KyungSoo estuvo ahí cuando JongIn me condujo al hospital, mientras que yo lloraba en el asiento trasero por el dolor de las contracciones. Él nos siguió a la sala de maternidad y se paró con calma junto a mí conforme pujaba, pujaba y pujaba. Mantuvo su mano situada en mi estómago, y fue un consuelo.

Luego había acabado. Colocaron al bebé en mis brazos. ¡Un niño! Un bebé pequeño y maravilloso, cuyo llanto era la cosa más hermosa del mundo. JongIn y yo jugamos con sus diminutos dedos enrollados. Cuando volteé a la cabecera de la cama, KyungSoo se había ido.

No me malinterpreten, siempre había extrañado a mi hermano; fue muy importante para mí y aún lo extraño. Pero me sentí aliviada.

Lo extrañaba, pero él nunca podría ser parte de mi vida de nuevo. Ahora podía regresar a mi vida típica y feliz. Mi vida feliz, con mi esposo feliz y mi bebé feliz.

Pasaron unos días antes de que lo notara. Estaba jugando con mi pequeño bebé, cuando me miró al rostro. Esos deslumbrantes ojos avellana que ni yo o su padre poseíamos. Me observó con una calma inquietante.

Cuando vi sus ojos, vi a KyungSoo.

Así que, mañana por la mañana, me tiraré al suelo con un estallido de lágrimas y gritos. JongIn llamará a emergencias frenéticamente, mientras que yo me aferraré al cuerpo de mi hijo. Cuando los paramédicos lleguen, retirarán el cuerpo frío e inerte de mi agarre y yo colapsaré en los brazos de JongIn.

Estaré triste. Lo extrañaré, al igual que extraño a KyungSoo. Pero KyungSoo no puede volver a ser parte de mi vida de nuevo, sin importar cuánto lo intente. Después de todo, tardé años en deshacerme de él la primera vez.

mi hermano mayor; kaistal + kyungsoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora