Onoderaritsu (Takano x Ritsu) no kettei wa,

CAPÍTULO 2

Era tarde alrededor de las 3:00 A.m. salía del ascensor para caminar por el pasillo que me lleva hasta mi departamento, caminaba con pesadez estaba tan cansado había tenido un día agotador en el trabajo Takano-san nuevamente me había llenado con trabajo pero mañana seria domingo y no tendría que trabajar

Toda la tarde no pude sacarme de la cabeza a Takano-san "el escucho todo lo que mis padres me dijeron, se mantuvo sereno pero note como algo hacia algo de fuerza con las manos conteniéndose" pasaba junto a la puerta del departamento de Takano-san pero pude notar la puerta ligeramente abierta

-¿eh?- me detuve frente a su puerta y la empuje un poco y esta se abrió, entre y note sus cosas tiradas en la entrada y una botella de alcohol vacía –Takano-san...- lo llame pero no hubo respuesta camine hasta su habitación y ahí estaba recostado durmiendo profundamente abrazado a un conjunto de ropa y cojines, me acerque dándome cuenta que toda la ropa que sostenía con recelo en sus brazos era mía

Tome una sábana y lo cubrí me senté en la orilla de la cama observándolo un poco algunos mechones caían sobre su cara, podía mirar claramente sus largas pestañas pero me detuve a delinear sus labios seguí recorriendo su cuerpo con mi mirada, se movió un poco y apretó aún más la ropa que abrazaba

Mañana es domingo y su rutina habitual es ir a despertarme muy temprano con la excusa de desayunar o tratar de que salga con él, suspire me puse de pie y Salí de su departamento.

Ala mañana siguiente desperté temprano, me levante y vestí, Salí hacia la cocina y desayune, la mañana siguió su curso normal me recosté en uno de los sofás y voltee a mirar el reloj

"es algo tarde" seguí recostado pensando vendría a tocar a mi puerta pero no lo hizo

La mañana termino, me levante estaba cansado de esperar pero ¿esperar que? Que Takano-san viniera he intentara atacarme, me ruborice y sentí avergonzado, es verdad en realidad estaba esperando eso "acaso me he acostumbrado tanto al cuerpo de Takano-san que incluso estoy aquí ansioso venga a intentar tomar mi cuerpo junto al suyo"

-¡kyaaaaaa! ¡Claro que no!- grite lanzando un cojín contra la pared "pero esto... es inusual en el" miraba a mi alrededor, sin nada que hacer pues en secreto terminaba todo en el trabajo para dejar libre este día pues pensaba Takano-san siempre vendría por mi
"Bueno es tarde" camine de nuevo a la cocina y el refrigerador estaba vacío

-¿uh?- una penumbra negra me invadió "debo ir a comprar algo" Salí de mi departamento y al pasar junto al de Takano-san la puerta se abrió, mi cuerpo se tenso y los nervios me invadieron pero "que me pasa"

-Bu-buenos días Takano-san-

-Bueno días- me contesto sin interés, estaba con ropa algo formal "acaso ira a verse con alguien"

-¿a-a dónde vas?- pregunte nervioso

-No tiene nada que ver contigo- cerro la puerta de su departamento con llave y salió caminando hacia el ascensor, solo me quede ahí parado mirando cómo te alejabas, entraste al ascensor y te perdiste de mi vista

"Takano-san no... me miro a los ojos"

La tarde paso dándole paso a la noche que ya cubría la cuidad, Takano-san no regreso en todo el día y ya era algo tarde

-Jajajaja- se escucharon Risas en el departamento de Takano, dejando saber que ya estaba ahí pero... estaba con alguien más, se escuchó un golpe y luego nada, Salí de mi departamento y me pare frente a su puerta estaba por tocar el timbre cuando la puerta se abrió

-¡wakata! Nos vemos luego Masamune- solo me quede ahí parado mirando como Yokozawa-san salía con la ropa algo desalineada y el cabello algo alborotado, desvió su mirada y me miro

-¿Qué haces aqui?-

-yo... etto...-

-si vienes a ver a Masamune, entra y ayuda a levantarlo-

-¿eh?- el celular de Yokozawa comenzó a timbrar, miro el número que lo llamaba y se alejó caminando

Empuje la puerta y entre encontrándome con Takano recostado sobre el suelo de la entrada con la ropa desarreglada al igual que Yokozawa-san su cabello alborotado y claramente enrredado solo lo hacía ver rebelde pero no por eso menos apuesto, camine hasta el sentándome a su lado

-¿Takano-san estas bien?- lo moví un poco, levanto la mirada y se sorprendió un poco y se sentó agitando su cabello

-¿Qué haces aquí?-

-Bueno yo... estaba... preocupado-

-¿preocupado?- se levantó dejando sentado sobre el suelo –NO tienes nada de qué preocuparte Onodera...- hizo una pausa y golpe la mesa –sí, si tienes de que preocuparte... de tu amada prometida-

-Takano acerca de lo que escuchaste la otra vez... -

-No me interesa- subió la voz, jalo de su corbata quitándosela la lanzo contra el sofá

-déjame expli....-

-¡No! Ya no quiero que me digas ¡Nada!-

-Pero taka...-

-¡Nada! me has dado y lo sabes ¡Yo! Todo lo entregue, en mi camino estas y ya no sé qué hacer solo te pido sal de él, ¡sal de mi camino!-

-Takano-san me estas pidiendo que salga de tu vida- algunas lágrimas se agolpaban en los ojos de Takano

-¡No! No quiero que salgas de mi vida al contrario yo rogué por años me dejaras entrar en la tuya pero ¡Nunca me dejaste!-

-Takano-san yo...-

-¡No! No hay nada que puedas decir que calme este dolor, ya no quiero sufrir ¡Ya basta! No peleare más por ti- Ritsu se llevó las manos al pecho algunas lágrimas amenazaban de salir por sus ojos verdes

–Takano-san yo....-

-¡vete! Anda ve y has lo que tus padres quieren, ¡cásate! con Kohinata y has de tu vida una miseria-

-¡No! Takano por favor no renuncies a mí-

-¿haa? Acaso quieres que te siga rogando, que siga persiguiendo y arrastrándome por las migas de amor que me dejas tiradas por ahí ¡No!
¡Estoy cansado de todo esto!- Ritsu me miraba con los Ojos llenos de lágrimas pero no se movía a pesar de haber juntado todo mi coraje para gritarle que saliera de mi departamento no lo hacia

-Takano... yo....-

-¡es todo Ritsu!-

Camine hasta mi habitación pero él me siguió

-basta Ritsu ¿Qué quieres?-

-yo... yo....- lagrimas ya corrían por sus mejillas y yo hacía fuerza Para tratar de no quebrarme ante él, para no saltar hacia el abrazarlo y hacerlo mío toda la noche pero ¡no! Debo ser fuerte ante esta situación sus lágrimas que corren por sus grandes Ojos verdes no me convencerán

-Buenas noches Onodera- entre a mi habitación y cerré la puerta