Me despertaron ruidos de cornetas. Gire la cabeza a donde provenían con una mueca de molestia.
-¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!! -grito Mello.
-¡¡QUE LOS CUMPLAS FELIZ!! ¡¡QUE LOS CUMPLAS FELIZ!! -canto a gritos Matt recorriendo toda la habitación aplaudiendo.
Mire a ambos y les dirigí una sonrisa.
-Mira a Matt -dije señalando al chico-. Ha estado comiendo chocolate. ¿Sabes que solo a ti te queda chocolate en todo Wammy's? Lo que significa que te quito un chocolate -dije mirando a Mello.
En un abrir y cerrar de ojos, ambos habían rodado fuera de la habitación peleando.
-Eh... Mello, Matt, ¿que están haciendo?
-¡Comio de mi chocolate!
-Ah. Comprendo la gravedad del asunto -dijo la voz masculina que yo podía reconocer a cualquier distancia; la voz de mi hermano.
Y entró en la habitación.
-¡¡L!! grité saltando de la cama cayendo en sus brazos.
-Hola hermanita -dijo abrazandome-. Que poco has cambiado.
-Y tu sigues exactamente igual -dije-. Te extrañe, cavernicola.
Probablemente, eso sería un momento muy emotivo si no estuviesen los gritos de Matt y Mello por detrás, en vez de una música de violín como las películas.
-Yo igual -dijo separando el abrazo-. Luego debemos hablar. Debo decirte algo -luego de decir esto, entró Watari con un carrito en el que había un pastel.
-¡¡WATARI!! -grite corriendo a abrazarlo.
-¡Mello, en la cara no! ¡Todo menos en la cara!
-¿Siempre sucede eso? -pregunto Watari señalando hacia afuera.
-Si. Y cuando dice que en la cara no, lo golpeó en un lugar más doloroso que la cara -dije llendo a sentarme junto a L.
-Creo que prefiero en la cara -se escuchó decir a Matt.
-¿Ves? -dije sentandome-. En fin, ¿que era eso que querias decirme? -mire a L.
-Quiero que me ayudes a atrapar a un asesino serial -dijo tranquilamente mientras me daba una rebanada de pastel.
¿Asesino serial? Ah, vamos. De seguro es de esos que son "mortales" y los encargados del caso son unos estupidos. Luego llega L, descubre 48 pistas y ya. Caso cerrado.
-Se que este caso te interesará -¿este tipo lee mis pensamientos?-. El asesino sólo mata a criminales buscados o presos. Y todos mueren de un ataque al corazón. Le dicen Kira.
¿Criminales buscados? ¿Ataques al corazón? ¿Kira...?
Estuve a punto de romper el plato por la ira. Ese Kira... Era más que evidente que era el asesino. Su asesino...
-97%.
-Exacto.
-Deseara no haber nacido. Te ayudare.
-Sabía que aceptarías.
-Claro. ¿Sabes donde esta?
-Eh...
-Tomo eso como un no. ¿1, 2 o 3?
-¿Que?
-¿1, 2 o 3?
-1.
-Bien -dije levantándome y sacando una caja de abajo de mi cama.
La caja tenía una etiqueta, que decía "D-E-F". La abrí rebusque entre los sobres que había dentro.
-Aqui -dije sacando un sobre papel madera que decía con letras negras "Encontrar criminales 1" y se lo entregue a L-. Leelo.
-¡Mello! ¡Quitate!
-Agh -dije levantándome y saliendo de la habitación-. Mello.
El me miró y soltó a Matt.
-¿Podrían ir a matarse a otro lado?
-Claro -dijo y arrastró a Matt por el pasillo.
Volví a entrar y Watari se fue corriendo.
-¿Que le has dicho al pobre Watari para que se fuera así?
-Nada. Watari es humano, tiene necesidades, ¿sabes?
-¿Watari es humano? -haciéndome la tonta-. En fin, ¿lo has leídoo ya?
-Si, y tu plan es interesante. Como cebo podríamos utilizar a alguien condenado a muerte, porque, a fin de cuentas, morirá igualmente. Bueno, ¿en qué región del mundo quieres empezar?
-¿Kanto?
-¿Porque en Kanto?
-Tiene nombre gracioso -dije encogiendome de hombros.