Los aviones son muy aburridos. Tan sólo... Flotan y ya. Frustrante, frustrante decepción.
Mire por la ventana. Nubes. Espera... ¡Nubes! Nubes que me traen recuerdos, ¡nubes, nubes!
-¡Hey, mira, una nube!
-¿Y que con la estúpida nube?
-No sé... Es blanca.
-¡OH DIOS MÍO! ¡UNA NUBE BLANCA! ¡¡QUE FENÓMENO DE LA NATURALEZA!!
-Como tus ojos.
-Y también como los tuyos -dije y le saqué la lengua.
-¡Ah! Malvada. Te mereces... ¡Cosquillas!
Ains. Tiempos, viejos, viejos, tiempos.
-Mañana vendrá L, ¿no estás emocionada?
-Sí, suuuper emocionada -contesté sarcasticamente.
-Se te nota en la voz -dijo él del mismo modo, pero al instante cambio de tema-. ¿Tú como crees que sea L?
-Humano.
-Estaría guay que... ¡Espera! ¿Y sí L es un familiar nuestro que nosotros no...
-¿Sabes que estaría super genial?
-¿Que?
-¡QUE TE CALLES DE UNA PUTA VEZ!
-Imposible. Tomé 10 tazas de café para esperar a L. Temo que estaré así toda la noche.
-¡AGGHH! Déjame dormir.
-¿Quién necesita hacer eso?
-Los seres humanos.
-¡Entonces tú no lo necesitas!
-Se supone que vinimos aquí para obtener información, ¡no para aficionarnos con humanos inútiles!
-Supongo, pero es inevitable.
-Es muy evitable.