Love will remember us.

Ocho.

Me sentía rara, aún no despertaban todas mis neuronas, y me sentía mareada al inhalar, sentía que su olor estaba conmigo. Sentía que él estaba conmigo.

Pero, pf, qué ideas más tontas.

Decidí levantarme para que mis cinco sentidos comenzaran a funcionar, me moví un poco en la cama y ¡pum! noté que realmente, no estaba sola.

¿Qué hacía todavía 'él' aquí?, ¿por qué no se fue?

Agh, sólo quiero que me deje tranquila y que me deje pensar.

En realidad, necesito pensar con claridad y con él aquí, no sirve de mucho. Recuerdo cuando a veces se quedaba a dormir conmigo, sólo porque yo tenía miedo de que se fuera para siempre de mi vida o algo así.

Recuerdo como sus brazos en mi cintura me hacían sentir más calentita que mil colchas encima mío. Su calor, su respiración en mi cuello, sus manos en mi cintura, abrazándome, casi asfixiándome, eran reconfortantes. Eran simples detalles que me hacían sentir en casa.

Me di la vuelta, con cuidado de no despertarlo o alterar su sueño, y quedé cara a cara con él. Me di cuenta de que estaba sonriendo entre sueños, y de que se había quitado toda la ropa y sólo estaba en sus boxers y remera. Se veía tierno, se veía como un pequeño niño feliz de dormir con su mami después de una pesadilla.

Y sin darme cuenta, yo también me sentía feliz de haber dormido con él, incluso sólo notando ese detalle en la mañana.

Saqué mi mano de entre las mantas de mi cama y la levanté, le acaricié el cabello y tracé su sonrisa con mis dedos.

Hace mucho que no lo veía dormir así.

Comenzó a abrir sus ojos, y cuando me vio ahí, acariciándolo, sonrío y me apretó más a él.

Yo estaba vestida con mi pijama, que consistía básicamente en una remera que decía 'Mc Donalds' y unos pantalones largos con panquecitos.

Cerró nuevamente sus ojos y acercó su nariz a la mía y comenzó a frotarlas entre ellas, yo comencé a reír y él aprovechó mi buen humor y me besó.

Fue un besó que transmitía necesidad, no una necesidad sexual, si no una de no haber recibido sus mimos todos estos días. Sus labios eran cálidos y ya familiares para mi.

Cuando se apartó, me acurruqué en su pecho. No creo que haya esperado eso, así que habló.

-Perdón por haberme quedado, pero cuando te traje ayer, ya era muy tarde para volver a casa y aparte, habían demasiados paparazzis en la ciudad, no quería provocar un accidente o algo así y en realidad, quería dormir contigo, quería abrazarte y verte despertar por la mañana, así como antes. ¿Crees que podamos repetirlo? -me comenzó a hacer cariño en el cabello para luego, soltar un suspiro.

-No te preocupes, a decir verdad, no me molesta que hayas dormido conmigo. Es más, me siento como en casa. -Sonreí- No lo sé Justin, yo ya dije todo lo que quería. Ya te dije que cuando vuelvas a ser el mismo de antes, yo iba a volver contigo. No pido que cambies tu look o algo, pido que cambies tu forma de tratarte a ti mismo, a tus fans, a tu team y más que nada, a tu familia y amigos.

-Está bien cariño, trataré de hacer todo lo posible para ser el de antes. ¿Crees que estés de humos como para salir hoy conmigo?

-¿A dónde?

-No lo sé, tal vez al centro comercial, a la playa, me da igual, sólo quiero salir y pasar tiempo contigo. Quiero conquistarte de nuevo. -me sonrío.

-Mhm, sí, podría ser. -Me comencé a reír y lo miré- Por supuesto que quiero salir contigo.

-¿Podré besarte y hacerte mimos? -dijo haciendo un puchero de bebé llorón.

-No lo sé, no quiero que empiecen a inventar cosas.

-No lo harán. -me besó una vez más.

Casi 3 horas después, nos encontrábamos en la playa, tomando sol, tratando de ser normales.

Habíamos hecho un trato con las beliebers que se encontraban ahí. El trato había sido que nos dejaran ser normales por sólo unas horas y luego, Justin se sacaría fotos con todas ellas y por supuesto, ellas aceptaron.

Muchas me dijeron cosas lindas, pero muchas otras me ignoraron o susurraron cosas que no son muy lindas.

Pero a pesar de eso, ahora me encontraba con el chico al que amo, tomando sol, sin fans, sin paps.

Sólo los dos.

-Amor, vamos al agua. -dijo Justin mientras se ponía de pie y lanzaba sus lentes a la toalla en donde se encontraba antes.

-No, está fría. No quiero. -Hice un puchero mientras trataba de que el sol no me diera en los ojos.

-Vamos, no pasará nada- dijo Justin el insistente Bieber.

-No quiero ir. Ve tu, te divertirás igual.

-Te llevaré igual.

Y cuando dijo eso, me di cuenta de qué significaba, pero cuando me empecé a levantar para correr, él ya me había tomado de la cintura y me había puesto sobre su hombro.

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Gracias por leer :).