Ábrelo cuando...

Estés triste

¡Amor! ¿Por qué estás así?¿Quién o qué fue el causante de tu tristeza?
Bueno, me conocés y sabés qué no soy para nada bueno consolando gente, pero voy a hacer el intento por vos.
Primero que nada; ¿sabías que sos muy hermoso? El ser más hermoso de toda la tierra, sos demasiado lindo como para no estar feliz todo el tiempo. Decime, ¿qué pasó? Podemos hablarlo, bebé; y si no querés hablarlo, simplemente podés sentarte a mi lado. Dejamos pasar el tiempo, en silencio, juntos, esperando a que quieras hablar. Un abrazo, dos abrazos, y muchos besos. Mimos también, porque sé que te encantan. ¿Y si también te doy besitos en el cuello? Sé que te vuelven completamente loco, labslsk. ¿Querés que te cante?¿Comida?¿Dormir? Hagamos lo que sea para que te sientas mejor, mi vida, lo que vos quieras, sabés que te apoyo siempre en todo, amor. Estoy acá, para vos, siempre, ¿sabés? Podés confiar en mí, bebi, podés llorar si querés; lo que quieras para que te desahogues.
No quiero que estés mal, me duele en el corazón verte así, siento dolor en el pecho cuando algo te lastima. Tu sufrimiento es mi sufrimiento, en las buenas y en las malas, bebé.
Dicen que los problemas no duran para siempre, y creo que es verdad, amor. Absolutamente todo tiene solución (menos la muerte), y espero que en este momento bajo tuyo, recuerdes que te amo. Sos una lucesita muy brillante y potente que ilumina hasta el ser más oscuro, amor, vos sos luz, sos arte, sos magia.
Te recuerdo que aunque estés en tu peor momento, aunque estés roto, vas a seguir brillando; porque sos valiente, y sé que vas a poder con todo lo que se te venga encima, porque sos más fuerte de lo que aparentas, porque pudiste antes y vas a seguir haciéndolo.
Bueno, bebé. Espero haber mejorado (aunque sea mínimamente) tu ánimo. Nos vemos en la próxima carta. ¡Te amo demasiado!