De corona de espinas y de falsas promesas.
De "te quiero" sin prisas y de cuentos a medias.
Princesa, tú, que vives y reinas,
que sufres y callas,
que bebes y piensas.Tú, princesa, que brillas sin ser estrella,
que vives sin ser perfecta.
Tú, princesa, que vuelas sin alas,
que te quedas en las buenas y sigues en las malas.
Tú, princesa, sólo tú.
Sólo tú, tú y tú.
Porque tú, princesa, eres más que solo "una más",
eres más que todas, eres todas a la vez.Eres un rayo de sol en un día nublado,
la estrella más fugaz del firmamento,
y la más exótica de toda la galaxia.Lo más parecido a un ángel caído,
o quizás un demonio,
un demonio que por mal mucho que traiga,
arrebata de sí a quién se atreve a mirarle a los ojos,
y hacer jurarle que le seguirá hasta el mismísimo Apocalipsis.
Y créeme, mi querida doncella,
a mí me has encadenado,
hasta tal punto de no querer desatarme de ti,
de ti y tu brillo estrella.