3•6•5

MORTUUS IN VITA EST

MORTUUS IN VITA EST . ( XVII diem)

No por mucho madrugar amanece más temprano, dímelo a mi, que nunca vi la luz del sol.
Nunca conseguí pasar página, había tanta tinta en cada una de las páginas, que pesaban demasiado.

Y al parecer no sufrí lo suficiente porque después de la hostia vino otra más fuerte, pero creo que ya me he acostumbrado.

Ahora intento sentirme grande cuando más pequeña es mi esperanza; intento ser el mejor cuando estoy en mi peor momento; intento centrarme cuando mis pensamientos me dejan de lado...

Que irónico que seas mi vida, si contigo me quiero morir; que irónico es que tú seas mi guía, si contigo me quiero perder.

Me duele verte caer cariño. Pero, si te caes te levanto. Y si por algún casual no lo consigo pues caigo también y me tumbo contigo, a tu lado.

Me hiciste aprender que la vida no perdona y que si quieres a una persona la dejas volar y correr... no fui capaz de seguir el ritmo del triatlón de tus miedos.

Malas lenguas dicen que no hay que volver atrás ni para coger impulso. Pero yo retrocedo para alcanzar tu mano y avanzar los dos juntos.

Y que cada uno de tus lunares sean una razón por las que no dejarte ir, pero calla más el miedo que el olvido.

No debo depender de nadie, eso está claro. Tengo que aprender a quererme a mi mismo porque, al fin y al cabo en el lienzo de mi vida solo yo hago los trazos.

No es fácil olvidarse de algo que aún tienes ahí dentro, clavado tan profundo en el corazón. Pareciera que ya formara parte de él.

Me autoconsidero diferente, ni a bien ni a mal. Júzgalo tú. Porque yo soy más de
Aquí
te
pillo.

Aquí
te
amo.