Ingreso: Miércoles 2 de Febrero, año 2028.
Registro: Daniel Moreira, 19 años.
- Dani... Debemos andar con cuidado.
Una voz retumbó suavemente en la oscuridad, proveniente de un chico de cabellos ceniza.
Ambos estaban en las afueras de la Universidad, en donde impartían el bachillerato de ciencias en primer año.
- Tú sólo confía, que es entrar y ver si nos topamos con algo interesante.
El chicos de los cabellos ceniza, que llevaba por nombre el mismo de su padre, su abuelo, su bis abuelo, una estúpida tradición que solía seguir alguna gente; Jorge.
- Me preguntó en donde se habrá metido Marco, hace minutos que no responde al teléfono.
- Quiero salir luego de aquí...
Jorge se calló. Allí entre los arbustos se lograba divisar la alta y delgada figura de Carlos. Llevaba como todos los días un pantalón deportiva, y una chaqueta de color gris, quizás venía del gimnasio o quién sabe de donde.
- Perdón la demora, mi cuerpo pedía ejercicios a estas horas de la noche.
Marco soltó una aireada risa desde sus entrañas, mientras sus largos y huesudos dedos recorrían lentamente sus cabellos oscuros para acomodarlos en su cabeza, aunque de igual manera quedaban intactos y similar a como estaban.
Daniel, quien estaba muy callado, se quedó mirando a Marco un par de segundos y analizar de manera fugaz cada una de las acciones que realizaba el otro. Era un tío que estaba bastante bueno, y de su gusto, lastima que sólo fuesen amigos.
Sí, el pequeño Daniel estaba enamorado de su amigo hace ya bastantes años, aunque no estaba tan bueno como lo estaba ahora mismo.
- Venga, chicos. ¿Les parece si nos vamos? No quiero liarla mucho ahí dentro si nos ven.
Daniel le dijo a sus amigos, y estos de respuesta inmediata asentían con sus cabezas y daban camino a lo que era el lugar esperado.
La universidad estaba llena de misterios, y uno de ellos era que en uno de los tantos subterráneos había una puerta, que conectaba directo con las catacumbas de la ciudad. Nunca antes alguien se había atrevido a entrar, y más vale mencionar que nadie sabe sobre la existencia de aquella puerta en el subterráneo.
Dani estaba buscando unos libros de ciencias en la biblioteca, cuando de pronto vio a una de las ayudantes del lugar pasar con un montón de libros hasta el último estante de madera que allí se hallaba.
No dudó en seguirla.
La chica ordenaba los tomos uno por uno, Dani no prestó mayor importancia a eso, si no, que detrás del estante parecía haber algo como una puerta, quizás dibujada, quizás real, quizás sólo era su cabeza jugando con él.
- Perdona, ¿Y esta sección de que trata?
Daniel se acercó prontamente a la chica para poder observar de más cerca lo que había visto segundos antes. Parecía más real.
- Pues es la sección de Ficción, libros que son apartados para la entretención del estudiante, ya que como ves, los demás estantes sólo llevan en ellos libros para estudias y estudiar... Ya sabes.
La chica comentaba con bastante amabilidad, pero Daniel ni siquiera se tomó un minuto para mirarle directo.
Antes de que la chica le siguiera hablando, le interrumpió.
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PROYECTO KATAKONBE
Teen Fiction"Donde cada visión, puede ser una mentira." Allí se encontraba, Daniel. Una puerta de madera que impedía su paso a las catacumbas perdidas. Un secreto escondido, el cuál sería un libro escrito hace más de mil años. Aventurado por su loca razón, j...