Regreso a casa

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—Diga...

—Sheriff Derek, hubo un accidente automovilístico, antes de llegar al Ryder truck rental, en la ruta 295.

—¿Hay heridos?

—Dios sheriff incluso, con todo respeto, la pregunta es idiota.

—¿Cuántos muertos son?

—Hay dos. Dos hombres adultos barones, pero dios... están masacrados sheriff, hay sangre por todas partes, uno de mis compañeros no ha parado de vomitar, jamás había visto algo así.

—Descríbelo Abraham.

—Señor, no creo que sea lo más humano es que...

—¡Hazlo!

—El primero parece que fue apuñalado unas, no lo sé, unas seis o siete veces; tiene heridas en la espalada y estómago, tiene un gran agujero en el cuello. Dios sheriff no deja de desprender sangre. Él..., él otro está completamente desfigurado; tiene el graneo totalmente desecho, su nariz desapareció por completo, tiene moco por toda la cara y su cuerpo esta bañado en sangre. ¡maldición sheriff el hombre tiene la mandíbula de fuera y se le logra ver el cerebro!

—Bien... 


—¿Quien pudo hacerlo? ¿Quien mierda tuvo tanta rabia y fuerza para hacer eso?

—Hijo de perra. Feliz halloween novato. Regreso... se tomó diez años, maldito hijo de perra.

—¿Quién sheriff?... ¡quien!

—Michael Myers.

Las patrullas  y una ambulancia regresaban a Haddonfield en una fila perfecta, una tras la otra. Un Pontiac rojo del 2003 pasaba junto a los autos de la policía. En el Pontiac había una pareja joven, el chico iba fumando y la señorita trataba de leer un mini libro de auto ayuda, se esforzaba para leer en la oscuridad, solo se apoyaba por las luces de los autos vecinos. El auto de los adolescentes se desvió de la carretera y se posó en una esquina.

—David por dios, solo estamos a unos metros de salir de Haddonfield ¿Y decides quedarte aquí? —dijo la chica mientras cerraba su libro agotada.

—Roxy estoy cansado, y... bueno, esto tal vez nos pueda ayudar a que charlemos. Últimamente siento que te alejas o te aburres de mi compañía, tal vez podemos resolverlo —replico su novio tirando el cigarro por la ventanilla.

—¿De verdad quieres hablar, y de verdad crees que yo me cansaría de ti? ¡No amor eso nunca! Desde que estoy a tu lado todos mis días están llenos de felicidad y bueno, jamás te dejaré —replico Roxy con un tono dulce mientras tomaba la mano de David.

—Roxy te digo estas suposiciones porque te amo y no te quiero perder.

—David...

—¿si?

—Tengo frio.

—Entremos en calor hermosa.

David tomó de la camisa a su novia y comenzó a besarla, se repasaban sus bocas de arriba abajo. Sus lenguas chocaban y  ellos se tomaban de la cintura. Se recostaron en los dos asientos del Pontiac y David empezó a besarle el cuello a Roxy mientras le desabrochaba su camisa blanca. Le quitó la camisa revelando un sostén blanco muy excitante. David le tocaba los pechos y los apretaba como si se tratara de una pelota de estrés. David se desabrocho el pantalón y le quito las bragas a Roxy (la entre pierna de la chica estaba húmeda y caliente). David sacó su pene y lo introdujo adentro de Roxy. Sus movimientos eran lentos y placenteros, como si fueran en una canoa. David besaba a su novia mientras la penetraba suavemente; la chica gemía en el oído de su pareja. Los vidrios se empañaban por el calor y Roxy se quitó su sostén dejando ver sus pechos de niña, eran grandes y su pezón tenía un tono algo rosado. David agacho la cabeza y comenzó a lamerlos, la chica disfrutaba y David comenzaba a aumentar la velocidad, Roxy gemía y sujetaba a su pareja de la cintura.

HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora