«Cásate conmigo»

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«Nam Woo Hyun»
Ese chico me traía completamente loco, lo conocí bajo un árbol de cerezo, a mis diecisiete años, vivía con mis cinco padres quienes me habían enseñado a como ser un señor del crimen, pasaron tantas cosas en tan pocos meses, supe que era amor a primera vista cuando mis padres me empezaron a entrenar y su imagen siempre se venía a mi mente, en todos esos momentos a quien siempre decidí proteger era a él, quien siempre se vio demasiado frágil, demasiado bueno, demasiado inocente.
Recuerdo que no lo había visto por más de seis meses, mis padres no me dejaban salir, pero cuando pude, lo primero que hice fue ir a buscarlo, al principio caminaba con él, aunque claro, el desde del otro lado de la carretera, sin verme, mirando como siempre su celular, después, tal como nos habíamos conocido, varios días después tropezamos y caímos bajo el mismo árbol, sólo que está vez no llevaba naranjas, sino un jugo y él ya no era rubio, ahora era de castaño oscuro, se veía bien.
Él me reconoció y empezamos a frecuentarnos más y más, nos volvimos cercanos, nos volvimos amigos, después novios, una noche hicimos el amor y varios meses después, nos habíamos vuelto enemigos, él buscaba matarme y yo sólo lo protegía, nunca me dejé ver, nunca le dejé saber.
Pasamos por tanta cosas, él siempre buscó como sabotearme, yo sólo le deje sabotearme en algunas cosas, él buscaba vengar a su padre y yo a los míos, había alguien más grande que el CEO Nam, y sólo dejando a WooHyun jugar conmigo lo podía averiguar y proteger.
Nos odiamos por diez años, nos intentamos matar por nueve, pero al final, cuando estuvimos frente a frente, ninguno de los dos había podido jalar el gatillo de nuestra armas, él me pertenecía y yo a él.
La cabeza de todo había muerto en mi manos y después dejé todo, Kei, mi hermana se había vuelto la señora del crimen para que yo pudiese salir con vida, no quería dejarla a ella sola y no lo haría, pero me iría con WooHyun por unos años y después regresaría, de todas formas, WooHyun sabe mi vida.
Llevo cuatro meses viviendo con él, pero siempre me tortura, hemos tenido citas, le he preparado demasiadas sorpresas.
En Francia, pedí que cerraran la torre Eiffel durante toda la noche, le preparé una cena, le canté por primera vez mientras tocaba el piano, él me sonrió sinceramente y se levantó a besarme, toda esa cena la había hecho yo, pase todo el día practicando para que pudiese salir muy bien los caracoles que si me preguntan, hasta ahorita no se como diablos se llaman.
En Roma, ahí había pedido que también lo cerraran, hablo del Coliseo, fue todo un gran lío, pero no hay dinero ni poder de la familia del crimen que no pueda doblegar a las personas. Hice tantas cosas por él, en Italia, Venecia, Irlanda, etc.
Actualmente estamos en Hungría, no sé porque pero últimamente no he podido dormir bien, tengo a WooHyun a mi lado, pero cada vez que despierta y abre esos ojos que tanto me gusta, o esos labios que se mueven sensualmente, hacen que mi corazón se vuelva un remolino.
¡Pum, pum, pum, pum, pum!
Últimamente mi corazón no dejaba de palpitar tan rápido, incluso me siento un ratón por lo rápido de corazón.
Ya ni siquiera importa que esté despierto o dormido, incluso si se mueve o respira, con eso basta para que yo me ponga de está manera.
El bulto que se encuentra a mi lado justo ahora, duerme plácidamente mientras que yo no puedo, sólo me dedico a recordar todos nuestros momentos y sonrió como idiota.
No importa que camine recto, siempre me tambaleo, necesito que alguien me sujete para poder caminar bien, pero incluso su tacto me pone nervioso.
«Que bonito seria formar una familia, que bonito seria casarnos, ¿No, Kyu
Esa frase, esa simple frase me tenía dando vueltas, todo había empezado desde ahí, mi sueño se había ido a raíz de que dijo eso, y todo por culpa de aquella pareja que llevaban sus tres niños y anillos de bodas.
Tengo tanto miedo de agacharme, incluso hay tantos nudos que pueden desatarse, de sobra sé que no hay respuesta para ésta enfermedad, la única cura es él, Nam Woo Hyun.
Quisiera que me regresara mi corazón en algunas ocasiones, pero de nada serviría, porque se lo entregaría nuevamente.
-Te. Amo. Sung. Kyu. -Me puso su brazo en mi abdomen, sí, él habla dormido.
¿Simplemente no puedo quedarme dormido y soñar eternamente sujetándolo entre mis brazos en un instante?
No puedo dormir, lo necesito más que nunca.
Revisé la hora, eran las doce de la noche, me levanté lentamente, procurando no despertarlo y cubriéndole su desnudo y esbelto cuerpo con las sabanas blancas del hotel, me fui a duchar, me puse una ropa cómoda y salí de la habitación, pedí mi auto y anduve por las calles, me detuve en un lugar en especial.
Compré un café y después regrese al hotel.
Me acosté un rato en la sala y cuando vi la hora eran las ocho de la mañana, a penas y pude dormir tres horas, me levanté y me fui a preparar un desayuno muy, pero muy, especial.
Estaba por terminar cuando de repente escuché un grito.
-¡Sung Kyu! -Tomé el arma que guardaba en un cajón de la cocina y corrí a la habitación. Él estaba llorando. -Sung... -Levantó su mano.
-Woo...
-¡Maldito bastardo! -Sollozo y mostró su dedo anular. - Si quiero casarme contigo. -Y saltó a mis brazos, aún desnudo, aún con aquella bendición que cada hombre tiene durante las mañanas, aún con la evidencia de nuestro momento de amor se la noche anterior. Había parado en una joyería y le había comprado un anillo de compromiso y de boda, aunque claro, ésta seria hasta que estuviésemos frente a un juez.
Esa mañana le hice el amor, no había prisas, no había salvajismo, sólo la entrega de un par de almas.
—Cásate conmigo, Nam Woo Hyun de Kim.
—Si quiero casarme con usted, señor del crimen, Kim Sung Kyu de Nam.
Nos besamos.
Avisamos a nuestras personas cercanas a la boda, todo había sido perfectamente planeado, sabíamos que intentarían matarnos, pero, él es un Nam y yo soy un Kim, quien fue criado por la familia criminal Beast, así que nuestra fiesta fue saltar sobre un barranco con paracaídas y una camioneta ya estaba esperándonos, las personas de ahí, sabían como defenderse, así que no nos preocupamos. En medio del salto, sujetos de la mano, nos jalámos y nos besamos, sellando nuestro matrimonio.
Ahora si podría dormir bien, ahora nada ni nadie nos separaría.
-Te amo, SungKyu-hyeong.
-Yo te amo más, mi adorado árbol de navidad.



Fin.
23/09/18
Poza Rica, Ver.

PD1: MarinaMora98 Realmente espero que te guste.

PD2: ¡Ah! Aclaro, éste One-shot no es el final de Dilema, es como un mundo alterno o algo así xDD.

Quiero dormir bien. «KyuWoo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora