Cap. 19

669 63 25
                                    

Ese demonio pide perdón.

-¿Hablas? O ¿Te hago hablar? -.

-.... -.

Kein después del llamado que le di a Sebastian, estaba atrapado en las garras del demonio. No lo hibamos a matar, aún. Solo quiero información de su jefe (si es que tiene uno, no creó que lo haya hecho todp él solo). Pero inutil no quería hablar.

-Es impresionante cuanta lealtad le tienes a alguien -me incline-. Pero por favor necesito tu ayuda... hay niños que han muerto por tu locura, o por seguir ordenes. ¿Sabés por lo menos que les hacen? -.

-...no -.

Sonreí con cansancio -Es mejor que no lo sepas igual -.

Me dispuse a caminar. Sebastian se encargaría del resto y no quería ver. Seguía siendo humano después de todo.

-Espera ... -lo mire-, yo no se que les hacen a esos niños. Solo sigo ordenes como tú a tu mayordomo -pensó un poco-. A pesar de los siglos aún existen sectas especiales pada estos casos, antiguamente pedían culaquier alma, pero ahora piden las mas sercanas al cielo -.

>Por eso los rehenes entramos a empresas para poder hacer megocios con las mas grandes y si tienen un alma pura rondando en su mansion tenemos la orden de atacar y quedarnos con la tienda -.

-¿Porque con la tienda? -.

-... porque así podemos seguir avanzando -.

-¿Donde esta esa secta? -.

-Aquí en los Londres, en el subterraneo del reloj -.

Esto es más fácil de lo que pensé. Sectás, no entiendo su adoración al demonio (habla la que tiene uno). Kein no precía alguién que podía hacer algo, solo fue em cerrado en esto como el rehén que era, pero eso no justifica sus errores.

-Gracias por tu colaboración, Kein -le di una sonrisa y me encamine a la salida.

-¡Espera! ¿Que pasara conmigo? -.

-Es tiempo que descances de ser un rehén -.

-¡...! -.

Salí del lugar con remordimiento >>Lo siento, verdaderamente, lo siento. Pero estó es ser un Phantomhive<< era absurdo que mate y que ocupe esto conlleva ser un Phantomhive, pues eso no justifica las decisiones que estoy tomando a medida pasa el tiempo.

Ciel pudo aaoctumbrarse a esto, pero yo no.

-Termine lo que se me encargo, joven ama -.

-Bien, supongo que eso es todo por hoy -.

Había ido a la cocina por un vaso con agua (no me gustaba, pero era el momento). Perdia mi consentimiento cuando actuaba, no me extrañaba que fuera Ciel quién me controlaba. A estas alturas ya no me podía impresionar nada de nada. Ya todo me estaba pasando y me había pasado.

Por un momento en haberme salido de mis orvitas y del mundo, fue una pesima ideda. ¿Porqué? Sebastian me pusó encima de la mesa que estaba ahí en la cocina.

-¿Sebastian? -.

-Se a estado portando muy provocativa ultimamente, Joven dama -.

Me abrió las piernas y entro en medio de ellas, tomando demasiado acercamiento. ¿Se acuerdan que les dije que nada ya me iba a impresionar? Pues retiro lo dicho, Sebastian me esta impresionando.

Espera .... ¿Me había dicho que me estaba comportando muy provocativa? (Si, eso te dijo) bueno tal vez si me haya comportado provocativamente, pero solo era para distraer a Kein.

-¿Crees que voy a caer? ¿Piensas que me puedes engañar y después tener sexo conmigo? -.

-Joven dama, yo no pienso tener sexo con usted, si no, que quiero hacer el amor  contigo -.

-¿En que te basas? -.

-No me estoy basando en nada -Agacho la mirada-. Lamentó haberle engañado y no contarle la realidad de Ciel con todo el embrollo -.

-Bueno... -me cruce de brazos y mire a otro lado- supongo que solo habías seguido ordenes desde entonces -.

Sonrio bien bonito -Lo tomare como una disculpa -.

-Si, pero... -mire nuestra pociosion- ¿Y hacer el amor que tiene que ver con el perdón? -.

-Dejeme demostrarle lo que soy capaz de hacer por usted y con usted -.

Sebastian comenzó besando mi cuello. Yo me quedé estatica, verdaderamente no se como actuar con él, es que es un demonio que sabe los puntos exactos de placer y ¿Yo que? Solo me he acostado una vez, una maldita vez con alguién (Impresionante escucharlo. ¿Verdad?) Y para remate fue un oral, que ni la ropa nos sacamos.

-Por favor relajese, no la mordere -.

-Eso espero ... -.

Bajó hasta mis piernas donde saco mis tacones y beso con delicadesa mi pie, subiendo hasta mis muslos. Mire por la venta pequeña que había, agradecia que no hubiera contratado sirvientes, si no, nos hubieran visto en un estado tan replorable como esté. Sebastian siguio besando y acariciando mis piernas, pero su mirada estaba en un solo lugar. Algo que cubría mi ropa interior. Frunci el ceño ante eso.

-Sebastian soy casi virgen -.

-No hare algo que te disguste -.

-No es que me disguste la idea de que ya sabes, pero si quisiera que seas paciente con esa parte -.

-Necesito que este mojada para poder entrar ahí de otra manera le dolera más -.

Lo mire con cara poker -Esta bien, pero solo no hagas algo que me de verguenza -.

-Entendido -.

Junto mas nuestro cuerpos, haciendo que sienta nuestras partes juntas, muy juntas para decir verdad. Comenzó un vaiven falso (falso porque no metía su pene en mi), haciendo que mis bellos de la piel se herizaran ante la deliciosa sensación que me estaba otorgando. Cogí su cuello para sujetarme mejor.

-Te dije que no hicieras algo vergonzoso -Hablé con jadeos.

-¿Prefiere que pare? -propuso aún moviendose.

Esquive mi mirada al piso y me puse a pensar -.... no -sonrió con victoria y comenzó hacerlo mas despacio y profundas sintiendo todo lo que me hacia retorcer. Hacer esto con Sebastian se sentía muy bien, ya veo porque ningúna mujer se le resistía.

Me sentía demasiado mojada ya, pero para el demonio no era suficiente (creó me quería dejar seca) así que continúo, pero esta vez besando mi clavicula. Mi desesperación por ya sentirlo era grande.

-Sebastian ...... -solté.

-Así, di mi nombre, nena -.

-Sebas ... ah -.

Me había quitado todo lo que se llamaba ropa para cubrir. Lo que me tapaba en el momento era mi sujetador y mi calzón, pues el resto ya era historia, paró todo cuando llegamos a nuestro primer orgasmo.

-Demonios ... -me seque el sudor con la mano.

-Al parecer ya esta perfecta para la segunda fase -lo mire atenta-. Esta bastante mojada -.

Me cargo a caballito, pero de frente y como todo caballo enrede mis piernas en su cintura, sintiendo su miembro erecto.

Nos dirijimos a mi habitación.

Cumple Mi Sueño ( Sebastian x Lectora) [posiblemente Cancelada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora