Natalia estaba divirtiéndose como nunca, estaba echando el polvo más increíble de su vida y después de conseguir meterse entero en la boca semejante miembro solo quería más y más.
Vio cómo se levantaba y la ayudaba a ponerse de pie, para quitarle las esposas. Acto seguido la sentó en el borde de un lateral de la mesa y le ordenó que se agarrara a los bordes con las manos a los lados.
_ No se te ocurra soltarme o te volveré a esposar – le dijo muy seriamente
Le quito las bailarinas, la agarro de los tobillos y le flexiono las rodillas para que, con las piernas bien abiertas, pusiera la planta de los pies encima de la mesa. Las piernas empezaron a temblarle ligeramente, nunca había estado tan expuesta a un hombre y él la miraba como un gato miraría a un ratón. Se alejó ella y de un cajón sacó un antifaz negro, le quitó las gafas con cuidado.
_ Vamos a guardarlas un momentito, no te van a hacer falta – Y le colocó el antifaz dejando su visión reducida al negro más oscuro. Tuvo tentación de quitárselo pero recordando su amenaza de volver a esposarla dejó las manos quietas agarradas a la mesa.
Escucho cómo se movían las ruedas de la silla y lo escucho cerca de su entrepierna preguntarle
_Ya que hablabas de dolo ¿Eres capaz de indicarme que es?
_Es la intención de realizar la acción típica. Un delito es doloso cuando se comete intencionadamente
De repente sintió un lento y profundo lametazo en su sexo
_ Ahhh – fue lo único que salió de sus labios
_ Supongo que querrías decir que ha sido una acción dolosa. Ahora aguantándome con los brazos alza la cadera pequeña, despacio
Ella fue haciendo lo que le pedía lentamente y pronto topó con su boca abierta con la que la devoró durante un instante y volvió a besarle el trasero en la mesa ayudándose con las manos que sujetaban sus caderas.
_ ¿Dolo o imprudencia? – le preguntó divertido.
Ella se lo pensó un instante y le respondió segura de sí misma
_ Dolo eventual, según la teoría de la probabilidad y del consentimiento
_ Premio. Pues voy a comprobar si yo sí que soy capaz de conseguir algún resultado con mi delito intencionado
En ese momento sintió como enterraba la cara en su sexo y la lamia y engullía sin compasión provocando que se retorciera y gimiera como loca, sin soltar las manos por supuesto. Sentía el placer recorriendo su cuerpo y el empezó a ayudarse con los dedos frotando su clítoris con maestría e introduciendo uno y hasta dos en su interior. No supo cuánto tiempo estuvo con la boca entre sus piernas pero de repente sintió como se acercaba una intensa explosión. El incremento la velocidad y la fuerza con la que la devoraba y cuando la tuvo encima solo pudo decir
_ Me corro... me corro ¡SI¡ - Y el placer contenido en su entrepierna explotó para dirigirse incontrolado a todas las terminaciones nerviosas de sus cuerpo mientras gemía y se retorcía, no pudo evitar cerrar un poco las piernas pero en continuo trabajando en su sexo sujetándole los muslos y no paró hasta que limpio hasta la última gota de su orgasmo de su sensible entrepierna
_ Parece que he conseguido el resultado que esperaba pero sigues siendo una rebelde pequeña, tienes que pedirme permiso para correrte y sólo puedes hacerlo si yo te lo concedo -Ella tragó saliva en silencio, jamás había evitado correrse cuando sentía llegar un orgasmo y no sabía si sería capaz – Pero por ser la primera vez te lo perdono, además estas deliciosa – escuchó que le decía suavemente – Pruébate en mi boca pequeña
Y por primera vez la beso, y menuda forma de besarla. Le dio un beso apasionada obligándola a abrir la boca por completo para darle pleno acceso a que explorara su interior con la lengua, tenía un sabor salado que la excitó y sus lenguas jugaron en el interior de su boca bailando posesas la una con la otra buscando tocarse e incitarse mutuamente. Cuando se separó de ella apenas unos centímetros sintió que le faltaba el aire
_ Te besaría eternamente – Y volvió a buscar su boca para seguir besándola con fiereza hasta que se sintió mareada de excitación.
Le cerró ligeramente las piernas y le bajó los pies para que quedaran colgando mientras ella seguía sentada en la mesa con los ojos vendados y las manos firmemente sujetas a los lados. Le acarició los muslos con suavidad y le escuchó decir en un suspiro
_ Tengo que conseguir que entiendas algo complicado... a ver cómo lo llevas pequeña
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Lecciones Privadas
Romance_ Estás húmeda, así que no me equivocaba. A lo mejor aún puedo enseñarte algo si me dejas... - Le colocó el tanga y el vestido en su sitio, volviendo a dejarla cubierta - ¿Estas dispuesta a aprender una lección muy valiosa que nunca olvidarás y así...