¿Por que todo lo malo le pasa a los buenos?

A veces es difícil orar, a veces es difícil mantener tu fe cuando algo anda mal, intentas mantenerte fuerte continuas creyendo que todo lo que has hecho ha valido la pena sacrificar y seguir viviendo en un mundo de fantasía, pero la realidad sigue estrellándose, en la busca de encontrar formas de destruir las ilusiones que forma tu corazón se ha creado para engañar su mente haciendo que vea el mundo como lo que realmente es, y luego te das cuenta, que ya no eres ese niño que vivía en un sueño, en fantasías, que el mundo real está lleno de peligros y de la muerte, y esta no discrimina, solo llega y quita, incluso cuando trabajas del lado del bien y haces buenas obras, el mundo todavía encuentra una forma de castigarse.

Hay momentos donde las palabras no sirven, que hay un dolor tan terrible de nombrar, simplemente te aferras a esas ilusiones tratando de alejarlas de lo imaginable, de la muerte, cuando sientes que te has hundido tanto que no puedes llegar a algo peor y debes aprender a vivir con ese sentimiento.

A veces es difícil estar agradecido cuando lo que más amabas se te fue arrebatado de las manos, querías ser un héroe, pero nadie nunca te dijo que el precio que tenías que pagar para cumplirlo era la vida de un ser amado. Nadie te advirtió de las consecuencias, los sacrificios que ibas a tener que hacer. Toda la gente que ibas a perder.

Es doloroso, duele tanto que te obligas a ponerte una máscara de ferocidad para mostrarle al mundo, para demostrarle que a pesar de todo lo que te arroje , sigues y seguirás siendo el hombre de acero, el segundo guerrero más fuerte que haya existido porque el primero cayo en batalla hace tiempo, después de todo no solo mataste a tu abuelo, ese quien afirmo ser el hombre más fuerte que existía pero trajiste el miedo a los que una vez protegieron la tierra y a aquellos que alguna vez fueron conocidos o vistos como dioses. Los responsables de la muerte de tu familia, del compañero de tu vida. Porque nunca quieres que te vean roto, nunca quieres que vean que a pesar de que eres el hombre más fuerte del mundo, sigues siendo un niño roto y solo detrás de aquella mascara que decidiste usar.

Aquel niño que llora por ayuda. Ese que le ruega al cielo para que te devuelvan lo que alguna vez fue tuyo.

A veces es difícil respirar. Empezaste a gobernar el mundo con mano de hierro, a pesar de que sientes que te estas ahogando en tus pensamientos, que un gran huracán se encuentra dentro de tu mente, sientes que la oscuridad está tratando de arañar su camino para arrastrarlo a un abismo y mantenerlo, así como tu prisionero. Estas cansado de vivir con demonios, porque estos siempre traen más y con esto los fantasmas vuelven a aparecer, esos que te encadenan al pasado y se niegan a liberarte. A veces no quieres, no deseas ser libre por que los demonios y los fantasmas pueden perseguir tu futuro, pero aun te traen recuerdos del pasado y estás de acuerdo con eso.

Es difícil seguir. Él recuerda, él siempre va a recordar, el día que arruino su vida, pero también el mismo día que la cambio para siempre.

Jon recuerda el mensaje de su padre, recuerda la mirada temida que nublo los ojos de su padre cuando le dijo que su padre, su abuelo, estaba vivo.

Recordó lo aterrorizado que parecía no solo de saber que su padre biológico estaba vivo, sino que era un hombre malvado que quería destruir la tierra.

Él lo recuerda todo perfectamente.

Después del encuentro con la Liga de la Justicia y los Teen Titans, Jon decide que era un buen momento para regresar a su casa, a pesar de que su padre, Batman y la mujer maravilla querían hablar con él, el joven híbrido quería dejar la guardia un momento e irse a casa a descansar.

Al ingresar las coordenadas de su casa segura, Jon fue tele transportado de inmediato a su casa antes de que cualquiera de los tres pudiera hablar con él.