Ya habían pasado cinco años y todo cambio en la vida de Erik, Charles, Peter y Logan
Erik era un hombre exitoso, millonario, lleno de sus admiradores y empresarios que alababan su empresa y trabajo, pero por dentro estaba vacío, roto, sólo. Con un enorme peso en su consciencia por lo que sucedió con su hijo y Charles
No se podía perdonar lo que hizo cinco años atrás, la culpa no era de Peter ni mucho menos de Charles, era su culpa.
Busco a su hijo y Charles pero no los encontró, los busco por 2 largos años pero los resultados no fueron gratos, así que se rindió y esperaba que pudieran perdonarlo
Charles se había mudado a Italia pero hace poco volvió a lugar de siempre. Crió a su hijo David con ayuda de Peter, Logan y su familia. David era un niño muy sano, tan parecido a Erik
Charles no pudo olvidar a Erik en esos cinco años, así que no volvió a tener pareja. Esperaba que algún día el mayor pueda perdonarlo. Lo amaba, y mucho
Charles decidió no contarle nada a Erik sobre el embarazo, después de todo el mayor lo odiaba y obviamente no aceptaría a David
Peter y Logan criaron a su hija Laura en Londres pero al igual que Charles volvieron y se ospedaban en casa del ojiazul, hasta que tuvieran un lugar propio
Peter y Logan abrieron una tienda en Londres de ropa y vivían de eso, mientras estaban en la casa de la família del mayor.
A Peter le hacía mucha falta Erik pero no lo busco, el lo odiaba y no podía vivir con eso. Logan por su parte sabía del dolor de su novio al perder a su padre y lo apoyaba en todo
Laura era una niña gentil, amable, pero como todo Howlett tenía sus momentos de malhumor y enojo, que según Peter eran innecesarios. En eso había salido a Logan
Ahora mismo se encontraban en el parque junto a los pequeños. Laura y David sabían que eran primos y David también sabía que Peter era su hermano, esperaba algún día conocer a su otro padre. David tenía 5 años pero era muy inteligente, al igual que su papi Charles
-No corran mucho!- gritó Charles al verlos correr
-Tranquilo Charles, ellos se ven tan felices- sonreía Peter
-Charles tiene razón, no pueden alejarse tanto- dijo Logan cruzandose de brazos
-Iré por un helado, quieren uno?- preguntó el platinado parandose y arreglando su cabello
-Te acompañó, yo quiero uno- habló Charles siguiendolo
Logan los miró irse y suspiro, en verdad que su novio se había vuelto tan hermoso
-Tu de que sabor quieres?- preguntó Peter mirando la carta, ya en la heladería
-No lo se- habló inseguro mirando la carta
-Que tal chocolate?- preguntó
-El de chocolate era el favorito de tu padre- sonrió triste
-Quizás ya no esta enojado con nosotros, después de cinco años tal vez su enojo paso- habló Peter mirándolo
-Tal vez, en verdad lo extrañó mucho Peter, que estará haciendo ahora?- preguntaba Charles- Nos habrá extrañado?- volvió a preguntar
-Yo también lo extrañó, mucho- dijo Peter- Algo me dice que si nos extrañó, el no es de guardar rencor- habló
-Basta de cosas tristes, pedimos helado?- habló cambiando de tema. Peter asintió
Pidieron sus helados y volvieron con Logan, quien veía una revista de moda, cosa que era rara