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Las mañanas en esa panadería siempre son ocupadas y claro todos la llamaban la mejor pastelería y panadería de esa zona gracias a sus productos de tan buena calidad más el estupendo servicio.

La campana en la puerta de cristal sonaba cada minuto en las primeras dos horas de jornada en la panadería y pastelería "Serendipity" el sonido de la caja registradora era lo mismo junto a las mismas frases alegres y educadas para recibir o agradecer a la clientela por su compra.

Yoongi, el encargado del mostrador de pastelería solía tener menos trabajo por lo que acudía con su compañero del mostrador de panadería para ayudarle y así ofrecer un mejor servicio, pronto pedirían más personal a su jefe, aunque este insistía con que dos personas en mostrador y dos más que se encargaban de elaborar los productos era más que suficiente y es que este no se daba cuenta de todo lo que los pobres empleados tenían que pasar al menos dos horas por la mañana y por la tarde, creían que le hacía falta pasarse un día entero por el negocio que tanto le daba.

Llegó el medio día con los cuatro empleados rendidos, Yoongi y Taehyung con un dolor de cabeza junto a sus dos compañeros que permanecían dentro de sus áreas prácticamente toda la mañana; Jeon Jungkook el panadero y  Kim Seokjin repostero. Todos en el cuarto de almacén en su hora de almuerzo descansando en una mesa en medio de la habitación con justas cuatro sillas. Tenían ya demasiado tiempo trabajando juntos, de hecho, llevan en equipo desde la inauguración del lugar.

A Taehyung se le veía cabizbajo, tomaba de su malteada con pesadez y suspiraba exageradamente, después de tal vez quince minutos, el menor de todos dejó de conversar con el de cabellos rojizos para observar a Taehyung

—De acuerdo— le conocía tan bien que sabía exactamente lo que su amigo y compañero de trabajo buscaba —¿Otra vez?

—¡Es que no lo entiendo!— lloriqueo —Le di todo de mí, fui atento y él simplemente dijo que iba muy rápido, que no funcionaría ¡De verdad lo amaba!— Jungkook rodó los ojos fastidiado, Seokjin a su lado parecía divertirse con la inmadurez del castaño y Yoongi miraba su móvil desviando su atención de aquella molesta conversación.

—Lo siento mucho hyung, no puedo entenderte porque no me enamoro cada dos meses— dijo con simpleza, Seokjin soltó una fuerte carcajada y Taehyung solo abrió su boca completamente ofendido

—Jungkook solo se ha enamorado una vez y fue de mí— Seokjin se señaló a sí mismo con orgullo, sonrojando así al menor.

—Así es el amor.

Después de su almuerzo y volver a abrir; Taehyung no dejaba de pensar en cómo pasaría sus próximos días sin pareja, en lo deprimente que será volver a su hogar o la abstinencia sexual.

Porque así era Taehyung; un chico superficial que en lo único que pensaba era satisfacer su necesidad de una compañía, podría ni siquiera estar interesado en su pareja pero con tal de no estar solo haría hasta lo imposible por mantenerle a su lado.

En cambio para Yoongi el menor es mucho más y merece algo mejor, para Yoongi Taehyung es un chico simpático con muchas cualidades que cualquier persona puede amar, muchas veces cuando el castaño hablaba sobre sus decepciones amorosas se preguntaba qué idiota dejaría a una persona tan hermosa por dentro y por fuera. Pero cuando Taehyung "coqueteaba" con un chico entonces entendía el motivo de sus continuas rupturas...

En cierta forma lo agradecía pues eso quería decir que era el único que podía disfrutar de el verdadero Taehyung.

Pero por más que intentara, no lograba llamar su atención...




Sus manos sudaban, estaban a diez minutos de terminar su jornada laboral y aún no se atrevía, es que con solo mirarle lo ponía completamente nervioso más por el cuál quería acercarse. Es decir, ambos eran muy buenos amigos y compañeros de trabajo pero a veces sus sentimientos le rebasan recordándole lo mucho que gustaba de Taehyung...

1.70 cm |YoontaegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora