|| Sebastian Stan || imaginas & oneshots

2. I Need You II

Palabras: 1805

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(T/N)'S POV

A la mañana siguiente me desperté más temprano de lo usual, tenía mucha hambre. Los recuerdos de anoche comenzaron a inundar mi mente y las lágrimas no se hicieron esperar.

Después de tomar una ducha y cepillar mis dientes y mi cabello, bajé a desayunar.

Me sentía mal, demasiado mal. Se me dificultaba respirar. Comencé a desesperarme, me estaba dando un ataque de ansiedad.

Durante mucho atrás tiempo tuve problemas de ansiedad cuando era joven, traté de controlarlos con medicamentos y habían funcionado, pero ahora que me vine a vivir a Nueva York y había conocido a Sebastian lo único que podía llegar a cansarme era el trabajo, pero Sebastian siempre estaba para mí. Me ayudaba a tranquilizarme con su voz cuando me cantaba.

Que ingenua, 25 años y le entregué mi virginidad a un idiota. Me sentía sucia y humillada, la voz de ella no se iba de mi cabeza "Margarita Levieva, soy la novia de Sebastian...". Mi pecho me dolía, tenía que tranquilizarme.

Cuando finalmente me tranquilice, no quería estar en casa, ésta me traía muchos recuerdos con él, decidí salir tomar un café y distraerme aunque fuera leyendo un libro. Subí a mi habitación por mi celular, anoche lo lance así que puede que se haya roto. Afortunadamente no le pasó nada por caer en la alfombra, lo encendí y vi las llamadas perdidas y mensajes de Sebastian que me pedía que lo llamase e ignore todo. Salí de casa con un libro en mi bolso, mis llaves, con lágrimas amenazándome con salir y un corazón roto.

Llegué a una cafetería que estaba considerablemente cerca a pie.
Ordené un chocolate caliente en lugar de un café y una rebanada de pastel de chocolate. Comencé a leer mi libro 'El designio de un ángel' lo había leído hace ya tiempo pero me gustaba demasiado.

Las horas pasaban y yo seguía ahí, no presté atención absoluta al libro, sólo pensaba en Sebastian, en el por qué, quería gritar y llorar, no tenía muchos amigos en la ciudad más que los amigos de Sebastian, ellos siempre fueron muy amables conmigo e incluso la esposa de Will siempre me trató muy dulce.

Con mucha duda decidí marcar al número de Chace, con él había entablado una linda amistad, pero era el amigo de Sebastian y probablemente sabía lo que ocurría.

El dolor me venció, necesitaba hablar con alguien o volvería a tener un ataque de ansiedad.

Marqué su número y al segundo tono tomaron la llamada.

-¿Bueno?- contestó Chace con una voz adormilada.

-¿Chace?- mi voz salió más temblorosa de lo esperaba, delatando mi llanto.

-¿(T/N)? ¿(T/N) estás bien? ¿Qué sucede?- su voz regresó a ser firme como siempre pero ahora con preocupación.

-No...- hablar se me dificultaba demasiado -No estoy bien Chace-.

-¿En dónde estás linda? ¿En dónde está Sebastian? ¿Ocurrió algo?- su preocupación estaba aumentando.

-Chace ¿tú sabías lo de Margarita?- pregunté tratando de sonar firme pero fue en vano, no obtuve respuesta alguna y volví a preguntar -¿lo sabías?-.

-¿En dónde estás (T/N)? Pasaré por ti-.

-Contéstame por favor- supliqué.

-Preciosa, necesito que me digas en dónde estás para poder hablar contigo. ¿Puedes decirme en dónde estás?- me dijo de manera calmada y suave.