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Nuestras citas se basaban últimamente en quedarnos en mi casa, y aquel día había bajado a ayudar a mi madre con la comida. 

Al volver te encontré llorando. Pensé que no te vería llorar por un tiempo por las palabras que te dije la semana pasada, pero estaba equivocado. Fui hacia ti algo nervioso, impaciente por saber que te pasaba.

  —Hannie, amor, ¿qué te pasa? —pregunté preocupado acariciando tus mejillas. Levantaste la mirada, entonces pude ver como tenías mi pequeña libretita en tus manos.

No dije nada, procesando que habías leído hasta la última página de lo que había escrito. No sabía si te lo ibas a tomar mal o bien si lo leías, pero me parecía que muy bien no te lo habías tomado.

Comencé primero por limpiar tus lagrimas con pequeños besitos dejándote tiempo para procesar tus palabras. Que no me apartases era una señal que me decía que no estabas enfadado ni molesto.

  —¿Cómo nunca me dijiste estás cosas? —dijiste en un hilo de voz a la vez que acariciabas mis manos.

  —¿Hacía falta? —pregunté—. En realidad quería enseñartelas, pero más adelante... Al fin y al cabo son mis pensamientos, ¿no estabas de acuerdo con lo que decía?

  —No es eso —me abrazaste—. Al leerlo me he acordado de todo, y leer lo que pensabas me ha hecho ver que también te he hecho sufrir a ti por mis tonterías. Lo siento.

  —Hannie, no te disculpes. Al fin y al cabo yo quería apoyarte pero nunca supe como. Al menos... Ahora estás bien —acaricié tu mano con dulzor.

Soltaste una leve sonrisa para después besarme las mejillas: —No volveré a llorar por un tiempo, por que a tu lado todo es de color de rosa. Y esta vez en serio —reíste. Al momento cogiste el regalo que tenías en una bolsa; ya al principio del día me habías dicho que tenías que darme algo.—. Y hablando del color rosa, ten. Ábrelo.

Me encontré con un ramo de flores rosas pastel preciosas. Sonreí, mirándote muy feliz. Te besé por unos cuantos segundos.

  —Eres tan bonito —te dije al separarnos.

  —Tu más.

  —Oye, escúchame —me hiciste caso, así que seguí hablando—. No volveré a dejarte sufrir, ¿sí? Estaré para ti siempre.

Asentiste, abrazándome con aún más cariño. Nos quedamos así por un buen rato, relajandonos los dos. Pero era verdad lo que te decía, mi Hannie.

Nadie más haría que sufrieras. Te lo digo ahora, y te lo diré siempre.

 Te lo digo ahora, y te lo diré siempre

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No Sufras Por Él ✑ JiHan || Seventeen || Teen, Age #2 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora