La Sangre Del Dragón

CAPÍTULO IV

Los últimos rayos de sol ya se habían desvanecidos por completo cuando Elens despertó medio agitada, tenía una pesadilla que ponía su piel de gallina y su cuerpo temblaba sin parar, tiritaba, pero no era de frío. Intentaba recordar con que cosa estaba soñando que le atemorizaba tanto, pero a pesar de sus esfuerzos solo lograba recordar unas garras enormes rasgándole la piel de todo su cuerpo. Estaba sentada al borde de la cama bañada en sudor y con los ojos cerrados deseaba con todas sus fuerzas recordar un poco más, por un momento maldijo su mala memoria, como era capaz de olvidar algo tan importante que acaba de soñar. Estuvo a punto de levantarse para abrir las ventanas de la habitación, pero cuando fue a poner los pies en el suelo la puerta de la habitación sonó.

—¿Sobrina estas despierta? —preguntó con suave voz Radu—, ya es hora de tu primer entrenamiento. Te traje una ropa acorde para las actividades que vas a realizar hoy cariño, ¿puedo pasar?

—adelante tío —, la puerta no tiene seguro.

La puerta se abrió lentamente haciendo tanto ruido que despertaría a cada uno de los habitantes del castillo. Radu asomó la cabeza, la miró de arriba abajo para ver si tenía ropa puesta y al ver que llevaba aun el vestido hermoso de presentación entró y se acercó a la niña.

—Toma, te he traído esto para que lo uses en tu primer día —dijo mientras le entregaba una vestimenta negra—, quizá te quede un poco grande o quizá te quede justo, no lo sé, pero te aseguro que te sentirás mucho más cómoda al usarlo, es más flexible a cualquier tipo de movimiento, es una ropa con la que ha entrenado la familia desde un principio, estoy seguro de que te quedara muy bien, ya cuando estés lista para salir de aquí tu misma elegirás que ropa usaras. Conserve este traje, que me dio tu padre, por doce largos años esperando tu regreso. Otra cosa que debes tomar en cuenta, la prueba de hoy no será nada fácil a pesar de que es la primera, te recomendaría que te esfuerces muchísimo si quieres que Roberto sea bueno contigo, el suele ser un poco amargado y un poco estricto, pero una vez que demuestres tu poder y valentía créeme que será un buen amigo, no querrás más compañía que la suya. Roberto es un hombre sabio y poderoso, él fue quien entreno a cada uno de los guardianes actuales y los guardianes anteriores. Bueno ya te di el consejo más importante, quedara de ti tomarlo o ignorarlo. Te esperaré abajo, cámbiate cuanto antes y no pierdas el tiempo ya que la noche suele pasar rápidamente cuando disfrutas lo que estás haciendo, por cierto, no puedes comer nada hasta haber superado la prueba, a no ser que quieras pasar dos días sin comer, lo mejor sería esforzarse mucho para obtener los resultados que esperamos de ti querida Elens.

—así será tío — dijo ella mientras veía el traje—, superaré esta y cada una de las pruebas a la que me tenga que enfrentar, nunca estarás tan orgulloso de alguien como lo estarás conmigo, el legado de padre no puede estar en mejores manos que la mía, destruiré a todo aquel que se interponga en nuestro camino o que traicione esta hermandad, cada ser conocerá que la hija del dragón está sentada en el trono de la O.D.A, y lista para la destrucción y el caos. La tierra arderá y los arboles sangraran, las personas solo verán caminos cubiertos de putrefactos cadáveres que deberán atravesar para llegar hasta el cuerpo sin vida de sus seres queridos, no habrá ningún ser que pueda detener la misión para la que fui creada.

—Eso espero querida Elens, sería una lástima que la heredera legitima al trono no pueda pasar unas simples pruebas la O.D.A quedaría en vergüenza y nuestros enemigos se acercarían demasiado, no es bueno tener a esos seres detrás de nosotros, pueden ser muy molestos, pero sé que serás lo suficientemente fuerte para que tiemblen cuando escuchen tu nombre, que escuchen que la hija de Vlad finalmente está de vuelta. Hasta ahora con mucho esfuerzo he logrado mantenerlos al margen, pero si llegan a encontrar la manera de penetrar en este castillo será difícil mantenernos en pies, ni Roberto ni los guardianes ni Darly ni todos nosotros juntos podríamos contra una horda de esas malditas bestias, te necesitamos. Ahora por favor cámbiate y hagas lo que hagas por favor ten mucho cuidado allá afuera, el futuro de cada uno de nosotros está en tus manos, dependemos de ti querida. El hermoso abrió la puerta y antes de salir lanzó una dulce mirada a la niña y sonrío, cruzó la puerta desapareciendo por el umbral.