Capìtulo 2

561 42 13
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Chika

Fui comprado.

Dudo de mis propios oídos. Mi rostro está hinchado al punto de no reconocerse forma alguna, estoy herido por donde se vea, inclusive yo me doy cuenta de que soy una herramienta inservible, pienso que en este estado ya no tengo valor ni como esclavo de servicio ni sexual. La persona que decía querer comprarme, se encontraba hablando con el traficante, al parecer estaban "negociando". Luego de un rato, al parecer llegaron a un acuerdo, me sacaron de la jaula y me llevaron ante la persona que quería comprarme.

- Bueno, entonces, este es el certificado de esclavitud, estimado cliente, ¿está seguro que quiere llevarse este? Pienso que no va a resistir por mucho más, mire que si después quiere un reembolso, no se lo daré, está seguro? Hay, tú, no quieres saludar a tu nuevo amo?

El tratante de esclavos, que estaba parado detrás mío, me empujo hacia el hombre que me había comprado, no, quiero decir, mi nuevo amo. De todos modos, a causa de mi pierna lastimada y el hecho de que ya no tenía más fuerzas en mi cuerpo, caí sentado al frente de mi nuevo amo. Es inútil...seré castigado otra vez...mi cuerpo tiembla mientras permanezco en una postura de dogeza (inclinación muy pronunciada, de extrema disculpa), pero increíblemente, mi amo me carga con gentileza con una sola mano, marchándonos del lugar sin decir una sola palabra.

Estaba sorprendido de que me pudiera cargar con solo un brazo, me sentía aliviado, pero un amo no podía hacer algo tan amable por un esclavo, así que le suplico que me baje.

- Debe ser difícil caminar tan lastimado, no? No te preocupes, solo quédate quieto.

Sus palabras me sorprendieron, además de cambiar repentinamente la forma de llevarme al estilo princesa. Decidí quedarme callado, porque tenía miedo de que si decía algo mas, el humor de mi amo se volviera malo. Aunque el amo me lleva en sus brazos, pareciera que no resentirlo en sus pasos. Creo que camina arrastrando un pie. (Cojea-rengo)

Aunque el amo me llevo todo el camino, mi cuerpo perdió toda energía y casi pierdo el conocimiento en varias ocasiones, pero de alguna manera logré resistir el trayecto. Continuamos caminando por un rato (el amo me cargaba), subimos unas escaleras, luego se escuchó el sonido de una puerta abriéndose. Al entrar el amo, se escuchó una voz fuerte que provenía del interior de la casa.

- Oh, es solo Gail. Bienvenido a ca...¡Espera! ¿Qué es "eso" que cargas?

- Lo compré.

-.... Espera...¿Qué? ¿Tú...tú compraste un esclavo?

- Si lo hice.

- Que...¿Por qué?. Bueno...hablaremos de eso luego, ¿ hasta cuando piensas cargarlo de esa forma? Bájalo de una vez.

Cuando la otra persona habló con mi amo, este me bajó al suelo con gentileza. En este momento se supone que debería presentarme, pero no puedo pronunciar palabra alguna, inclusive me es difícil mantenerme en pié gracias al dolor en mis piernas, lo único que puedo hacer es el dogeza, me he preparado para ser castigado, mientras mantengo mi dogeza, de alguna forma mi cuerpo alcanzó su límite y me desmayé.

Los regalos de la mañana (traducciòn)Where stories live. Discover now