II

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Desde el momento en que se confesó y desde el momento en que fue rechazado, Jackson había sido la persona más amable del mundo y aunque en un principio la situación entre ambos era incómoda, no tardaron en volver a ser los mismos que eran antes. A tal punto, que por un momento Mark creyó que su amigo lo había olvidado.

No se equivocaba.

− Lo siento.

La situación era similar, pero no era la misma, definitivamente no. Aunque las palabras no cambiaban mucho, el significado lo hacía, así como el dolor.

Mark sentía tristeza, porque finalmente las sospechas eran confirmadas. Lo supo desde el momento en que sus miradas se cruzaron días atrás, cuando se negaba a aceptar el hecho de que el chico que le gustaba estaba coladito de alguien más, alguien que no era él. Se preguntaba cuál fue la expresión en su rostro entonces, porque el rostro de su amigo y amor no correspondido se había descompuesto al notarlo.

Al recordarlo.

− Te juro que no mentí, no mentía. Sólo sucedió...

Y estaba molesto, furioso. Al punto de querer salir corriendo de ahí en busca de la tercera persona en discordia para reclamarle y decirle que Jackson era suyo.

Yo lo vi primero.

Pero eso sería tan infantil y estúpido, tomando en cuenta que seguramente aquel sujeto no estaba ni un poco enterado de lo que sentía Jackson por su persona con complejo de homofóbico.

Por lo que su lado racional, el que le hacía mantenerse de pie todavía, tranquilo y analizando la situación, le indicaba que en ese momento no debía sentir más que lástima. Una pena grande por lo irónico que resultaba todo.

− Yo también lo siento.

Aunque al principio Jackson parecía confundido no tardó en comprenderlo. Ahora era el chino quien bajaba la mirada mientras hacía movimientos con la cabeza para confirmar. Mark sintió dolor en su pecho, como pellizcos en su corazón, sintiéndose impotente, tan frustrado.

Mientras Wang seguía disculpándose porque su mentira se había convertido en verdad. Mark se disculpaba por no ser Jaebum y poder darle así una oportunidad.

Lo siento, no soy...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora