De La Boca De Una Escritora Sin Voz.

El Dolor del rechazó

Y así ocurrió, nuevamente en el precisó instante que al parecer todo era perfecto.

Estoy harta de que la gente se aleje de mí, ¿Qué ocurre conmigo? ¿Acaso no tengo derecho a la felicidad? Esas y unas cuantas incógnitas más me atormentan,  simplemente debería estar acostumbrada al fracaso, pero aún con todas aquellas ocasiones en que sufrí, no encuentro una respuesta que me satisfaga.

Debería estar más que acostumbrada y aún con ello la sensación siempre es como aquella dolorosa primera vez, a esto debo mi obsesión con las estrellas y la ciencia, los grandes como Einstein no eran terriblemente malos para tratar con las  personas, pero en mí solo aplica la soledad, porque si de algo estoy segura es que jamás podré ser una aspirante a la grandeza, mi verdadero lugar siempre será en las sombras junto a los sueños y las metas deatruidas, fallidas, y olvidadas, guardando en mi interior un minúsculo resplandor que guarde la esperanza.