Stockholm Syndrome

Capitulo 4

4

—¡Ya levántate, hay cosas por hacer!

Una almohada cayendo sobre su cara la hizo despertar rápidamente. Harry se encontraba frente a ella sonriendo mientras se acomodaba la ropa.

—Quiero dormir más, lárgate—bufo colocándose la almohada sobre el rostro

Harry llego hasta ella para quitársela

—Claro que no, tienes muchas cosas por hacer

—¡No soy tu sirvienta! —apretó las sabanas

—Pero eres mi mujer, y como tal tienes tareas por realizar

—Lo seré el día que me acueste contigo, y eso jamás ocurrirá—sonrió somnolienta pero orgullosa de lo que había mencionado

Ronnie lo vio rodando los ojos frente al espejo mientras se terminaba de alistar con aquel traje azul marino.

—Me encanta tu humor mañanero—bromeo Harry—Báñate que tenemos que irnos a desayunar en veinte minutos

Salió de la habitación en el momento justo en que su celular se iluminaba anunciándole un mensaje. Ronnie resoplo al saber que se trataba de la puta en turno con la que Harry había tenido sexo. Tomo el celular solo para comprobar que era así.

Fue una noche encantadora. Me hubiese gustado que te quedaras conmigo, pero entiendo tu posición. Espero que se vuelva a repetir—Lissa

Ronnie enarco una ceja burlona al leer el mensaje. Sentía tanta lastima por esas chicas.

—¿Revisando mis mensajes, amor? —bromeo al entrar a la habitación y verla con su celular

—Digamos que me encanta burlarme de las putas con las que te acuestas. Es divertido ver todo lo que te ponen por una simple noche de sexo. Mas aun, que te acuestes con ellas y las regreses a su casa solo para venir a dormir a mi lado

Harry se encogió de hombros con esa sonrisa tierna

—Tenemos que dormir juntos como marido y mujer que somos

—Eres un sínico—negó poniéndose de pie

—¡Celosa! —se acercó a ella para darle un beso de buenos días

—Es lo que quisieras—sonrió alejándose rápidamente de él

Esa mañana tuvieron que asistir a un desayuno con algunos socios de la empresa de Harry. Claramente no todo eran apuestas de Póker, si tenia un trabajo decente.

No fue hasta la tarde que llegaron a la casa muertos de cansancio por ir y venir de un lado hacia otro fingiendo sonrisas y mucho pero mucho amor.

—La cena ya está lista—anuncio Natalie quien entro a la habitación de su hermana—Y Harry te espera

—Estoy muy cansada, fue un día muy largo—se quejó quitándose los zapatos de tacón alto. Harry la obligaba a vestirse formal

—Sabes que no le gusta que lo hagan esperar, y llego diciendo que si tenía mucha hambre—la tomo de la mano para hacerla bajar

Ronnie tan solo se dejo llevar, pero sin muchos ánimos.

—¿Qué no tienes pantuflas? —pregunto al verla llegar descalza

—¡Deja de criticar, por dios! —tomo asiento a un lado de su hermana

—Te quiero a mi lado—señaló la silla enseguida de él

—Pues sigue queriendo—le saco la lengua en actitud rebelde. Harry quería reírse, pero lo evito. No se mostraría vulnerable hacia ella.

Trajeron la cena y como ya era costumbre nadie hablo. No había chistes, platicas interesantes ni nada que valiera la pena. Solo eran silenciosas debido a que para Harry era una falta de respeto hablar en la mesa.

—Muy deliciosa la cena, como siempre—concluyo Harry tras terminar—Te quiero lista en una hora

Ronnie miro como se ponía de pie mientras ponía signo de interrogación en su rostro

—El musical, hermanita—comento Nat

—¡Mierda, es cierto! —Exclamo poniéndose de pie

—¡Ese vocabulario! —la reprendió Harry—No tarden, estaré en el despacho

Ronnie se dio prisa para arreglarse, no sin antes darse un baño con agua caliente para relajar su cuerpo. Había estado tan ocupada ese mañana que su mente había olvidado el musical donde se encontraría con Noah. De nuevo sonrió, solo al recordarlo a él es que podía sonreír. Era el causante de sus alegrías.

Al terminar su baño se dio cuenta que no había alistado su vestuario, por lo que salió con tan solo la toalla enrollada al cuerpo. No necesitaba ponerse la bata ya que Harry estaba encerrado en su despacho. Para su mala suerte él se encontraba buscando algo en el armario.

Al percatarse de la presencia de su mujer, se dio la vuelta y la admiro de pies a cabeza. Era simplemente hermosa.

—¡Hermosa! —sonrió

Ronnie solo lo ignoro.

—¿Qué tal si nos quedamos aquí solitos? —llego hasta ella para comenzar a acariciar sus brazos—Podemos pasarla muy bien

—Ya te lo dije, ni en tus sueños—siguió concentrada en ver que ponerse

—Te prefiero en mi realidad—repartió algunos besos sobre sus hombros

Ronnie se dio la vuelta quedando cerca de sus labios. No quería que siguiera tocándola, por lo que intento seguirle el juego

—¿Y que me harías? —murmuro sobre sus labios

—Que no te haría—lamió sus labios sin dejar de mirar los de Ronnie

—Te diré lo que no me harías, no me abrirías las piernas porque no estoy a tu disposición—sonrió

Harry cerro los ojos y sonrió

—Eres un diablito. ¡Me matas! —gruño excitado

—Eso quisiera, matarte—lo empujo, pero Harry con un movimiento rápido y ágil le arrebato la toalla.

—Pero de pasión, es lo que pido—se miraban fijamente a los ojos. Las manos de Ronnie estaban sobre los hombros de Harry, mientras las de él se encontraban en el final de la espalda de la castaña

—Tienes a tus amiguitas, pídeselo a ellas

Intentaba separarse, pero Harry no pensaba soltarla. Su cuerpo desnudo estaba pegado a él, y ni siquiera la hacia sentirse excitada. Harry en verdad que no le provocaba nada.

Ell, sin poderse resistir la beso. Amaba hacerlo, mas cuando no había personas mirando y ella le seguía el juego. Lo tenia encantado con esa manera de besar. Prefería mil veces besarla a acostarse con alguna zorra.

Harry la pego aún más a su cuerpo logrando que ella sintiera su anatomía creciendo y endureciéndose en sus pantalones. No por ello aparto el beso, simplemente se dejo llevar y se fundieron en un beso que lo estaba dejando sin respiración. Sus lenguas se rozaban delicadamente. Harry estaba en verdad loco por ella.

—¡Ya estoy lista, chicos! —grito Nat detrás de la puerta

Ronnie se aparto de Harry despacio

—No hay que ir—sonrió sobre los labios de su mujer